LUNES DE LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria del Rito Romano
Porque
tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree
en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al
mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree
en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en
el nombre del Unigénito de Dios. Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y
los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues
todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse
acusado por sus obras. En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz,
para que se vea que sus obras están hechas según Dios».
Juan
3,16-21
TEXTOS DE LA MISA Lunes de la octava de Pentecostés
Comentario al Evangelio
Homilía de maitines ES NECESARIO QUE ABORREZCAS EN TI A TU OBRA, Y AMES EN TI LA OBRA DE DIOS. San Agustín
MEDITACIÓN PARA EL LUNES EN LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS. San Juan Bautista de la Salle
Benedicto XVI EL ESPÍRITU SANTO NOS HACE RECONOCER EN CRISTO AL SEÑOR