MES DE JUNIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS CON SANTA TERESA.
23 de junio
ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
En el V centenario del nacimiento de Santa
Teresa de Jesús, contemplemos el Corazón de Cristo, su amor constante hacia
nosotros, y ofrezcámosle nuestro corazón con vivos deseos de hacer su voluntad.
Con las mismas palabras de la Santa decimos:
Vuestra soy, para Vos nací, ¿qué mandáis
hacer de mí?
Soberana Majestad, eterna sabiduría,
bondad buena al alma mía;
Dios alteza, un ser, bondad, la gran
vileza mirad
que hoy os canta amor así: ¿qué mandáis
hacer de mí?
Veis aquí mi corazón, yo le pongo en
vuestra palma,
mi cuerpo, mi vida y alma, mis entrañas y
afición;
dulce Esposo y redención, pues por
vuestra me ofrecí. Amén.
MEDITACIÓN.
PARA
VOS NACÍ, ¿QUÉ MANDÁIS HACER DE MÍ?
El Señor nos manda: Enseñar al que no sabe y corregir al que
se equivoca.
Jesús, después de su resurrección, dijo
a los apóstoles: "Id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar
todo cuanto yo os he mandado" (Mt., 28, 19-20) .
La Iglesia es depositaria de la Verdad
que Jesús ha revelado y enseñado. Una verdad que no anula la razón, sino que la
eleva por encima de sí misma hasta el misterio de Dios. La Iglesia es
depositaria de la Verdad sobre Dios pero también sobre toda la Creación porque
Jesús nos enseña a ser hombres y mujeres según el plan de Dios, a su imagen y
semejanza. Por eso, la Iglesia no sólo habla de verdades religiosas, sino que
su magisterio abarca también todos los aspectos de la vida privada y social.
Los cristianos han de dar testimonio y
dar a conocer esta Verdad a todo el mundo. La hemos recibido no por nuestros
méritos, sino por pura gracia; y hemos de darla a nuestros hermanos sedientos
de verdad. Este anuncio y testimonio ha de hacerse con coraje y valentía, pero
siempre desde la humildad y la caridad.
Pidamos la gracia de vivir siempre
conforme a la Verdad que Jesús nos ha enseñado y la Iglesia nos propone y la
gracia de la humildad para ser enseñados y corregidos. Pidamos también por
todos aquellos que se dedican a la tarea de educar a los niños y a los jóvenes.
Hagamos un acto de reparación por
aquellos que viven y difunden el error y la mentira.
LETANÍAS FINALES AL CORAZÓN DE JESÚS