VI DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En
aquel tiempo: Hallándose una inmensa turba en torno a Jesús y no teniendo qué
comer, llamó a sus discípulos, y les dijo: Lástima me da esta multitud, porque
tres días hace que me siguen, y no tienen qué comer, y si los envío a sus casas
en ayunas, desfallecerán en el camino, pues algunos han venido de lejos.
Respondiéronle sus discípulos: ¿Quién será capaz de procurarles pan abundante
en esta soledad? Y les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Respondieron: Siete.
Mandó entonces a la gente sentarse en el suelo, Y tomando los siete panes, dio
gracias y los partió, y dio a sus discípulos para que los distribuyesen entre
las gentes; y se los repartieron. Como tenían algunos pececillos, bendíjolos
también, y mandó distribuírselos. Comieron hasta saciarse, y de las sobras se
recogieron siete cestos, siendo los que habían comido como cuatro mil; y los
despidió.
Marcos 8, 1-9
TEXTOS DE LA MISA - VI domingo después de Pentecostés
COMENTARIOS
- EL ALIMENTO MÁS SUSTANCIOSO ES EL CUERPO DE CRISTO, Y LA BEBIDA MÁS FORTIFICANTE ES LA SANGRE DEL SEÑOR. San Ambrosio
- LA MISERICORDIA DIVINA Y NUESTRA MISERICORDIA. Santo Tomás de Villanueva
- TOMEMOS,
PUES, NOSOTROS, LAS PLUMAS DE LA PALOMA, A FIN DE QUE VOLANDO A LAS
COSAS MÁS ALTAS PODAMOS HABITAR EN LAS RAMAS DE ESE ÁRBOL, COLOCAR
NUESTROS NIDOS EN LAS VERDADES, Y HUYENDO DE LA TIERRA SUBIR CON
PRONTITUD AL CIELO. San Jerónimo
- NO HAY MANJAR ALGUNO EN ESTE MUNDO QUE PUEDA SACIAR NUESTRAS ALMAS. San Alfonso María de Ligorio
JESÚS NO NOS PIDE LO QUE NO TENEMOS. Benedicto XVI