28 de julio. San Nazario y Celso, mártires, San Víctor I Papa y Mártir y san Inocencio I Papa y Confesor
Nazario, tras ser bautizado por el papa Lino, se dirigió a las Galias donde bautizó al joven Celso después de instruirle en la fe cristiana; encaminándose a Treveris, durante la persecución de Nerón, fueron arrojados al mar, pero se salvaron milagrosamente. Después fueron a Milán donde propagaron la fe de Cristo; y no pudiendo el prefecto Anolino vencer su constancia en confesar la divinidad de Jesús, mandó decapitarlos. Sus cuerpos, sepultados fuera de Roma, permanecieron allí largo tiempo, pero siguiendo una indicación divina, San Ambrosio los descubrió, mostrando aún manchas de sangre fresca, cual si hubieren sufrido el martirio poco antes; así fueron trasladados a Roma y colocados en un sepulcro honorífico.
Víctor, natural de África, gobernó la Iglesia en tiempo del emperador Severo. Confirmó el decreto de Pío I ordenando que el día de Pascua se celebrase en domingo, ley que exigió la reunión de varios concilios para ser adoptada generalmente, hasta que el primer concilio de Nicea decretó que la Pascua se celebrase en el domingo que sigue al equinoccio de primavera, para distinguirla de la pascua judía. Decretó que en el bautismo pudiera, en caso de necesidad, emplearse cualquier agua, con tal que fuese natural. Expulsó de la Iglesia al curtidor bizantino Teodoto porque enseñaba que en Jesucristo sólo había la naturaleza humana. Escribió opúsculos acerca de la cuestión de la Pascua y sobre otras materias. En dos ordenaciones en el mes de diciembre, creó 4 presbíteros, 7 diáconos y 12 obispos. Coronado con el martirio, fue sepul- tado en el Vaticano en el día 5º de las calendas de agosto, habiendo ocupado la Sede romana 9 años, 1 mes y 28 días.
Inocencio, natural de Albania, vivió en tiempo de San Agustín y San Jerónimo; en una carta de éste a la virgen Demetriada, dice de Inocencio: Guarda la fe de San Inocencio, hijo espiritual y sucesor de Anastasio, de feliz memoria, en la Cátedra Apóstolica, sin hacer caso de otra doctrina por prudente y seductora que te parezca. Orosio también dijo de él: La providencia de Dios le guardó, como al justo Lot, y le llevó a Ravena para que no viese la ruina del pueblo romano. Después de condenar a Pelagio y a Celestio, decretó, contra sus herejías, que aun los párvulos nacidos de madre cristiana debían renacer por el bautismo para limpiar con esta regeneración la mancha que contrajeron en la generación natural. También aprobó la costumbre de ayunar en el sábado, en memoria de la sepultura del Señor. Su pontificado duró 15 años, 1 mes y 10 días, y creó, en cuatro ordenaciones del mes de diciembre 30 presbíteros, 15 diáconos y 54 obispos para diversos lugares. Fue sepultado en el cementerio llamado ad Ursum pileatum.
Oremos.
Fortalézcanos, Señor, la bienaventurada confesión de tus santos Nazario, Celso, Víctor e Inocencio, y consiga un digno socorro a nuestra flaqueza.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos.
R. Amén.