martes, 5 de julio de 2022

DÍA 6. SANGRE DE CRISTO, DERRAMADA POR PRIMERA VEZ EN LA CIRCUNCISIÓN.

DÍA 6. SANGRE DE CRISTO, DERRAMADA POR PRIMERA VEZ  EN LA CIRCUNCISIÓN.

Mes de julio a la preciosísima Sangre de Jesús

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Ante Jesús Sacramentado, visitándolo en el Sagrario ya presencialmente, ya espiritualmente, recitemos la siguiente oración compuesta por san Alberto Magno:

 

ORACIÓN A LA PRECIOSA SANGRE DE JESÚS

de San Alberto Magno

Yo te adoro, Oh Preciosa Sangre de Jesús, flor de la creación, fruto de virginidad, instrumento inefable del Espíritu Santo, y me regocijo al pensar que tú viniste de la gota de la sangre virginal sobre la cual el amor eterno imprimió su movimiento; Tú fuiste asumida por la Palabra y deificada en Su persona.

Yo estoy embargado de emoción cuando pienso de tu paso del corazón de la Santísima Virgen al corazón de la Palabra, y, siendo vivificada por el aliento de la Divinidad, volviéndote adorable porque te volviste la sangre de Dios.

Yo te adoro dentro de las venas de Jesús, preservada en su humanidad como el maná en la urna de oro, el memorial de la Redención eterna que El cumplió durante los días de su vida terrenal. Yo te adoro, Sangre de la nueva y eterna alianza, fluyendo de las venas de Jesús en Getsemaní, de la carne arrancada por los latigazos en el Pretorio, de sus manos y pies perforados y de su costado abierto en el Gólgota. Yo te adoro en los Sacramentos, en la Eucaristía, donde yo sé que estás sustancialmente presente...

Pongo toda mi confianza en Ti, Oh Sangre adorable, nuestra Redención, nuestra regeneración. Cae, gota a gota, en los corazones que se han alejado de Ti y suavízalos de su dureza.

Oh adorable Sangre de Jesús, lava nuestras manchas, sálvanos de la ira del ángel vengador. Irriga la Iglesia; hazla fructífera con apóstoles y trabajadores de milagros, enriquécela con almas que sean santas, puras y radiantes con belleza divina. Amén.

 

1.     Sangre de Cristo, derramada por primera vez  en la circuncisión.

La Sangre de Cristo es derramada por primera vez en la circuncisión del Niño Jesús a los ocho días de nacer. Adoramos esta primera efusión de la sangre de Cristo sobre el mundo para nuestra salvación y contemplamos desde la fe este misterio. Pues, esta sangre derramada era exigida por la ley del pueblo de Israel, que por un lado evoca la ofrenda de la propia vida al Creador y señala con una marca en el propio cuerpo la pertenencia a Dios y a su pueblo santo. Esta sangre derramada en la Circuncisión da cumplimiento a la alianza de Dios con Abraham, pues Jesús es el verdadero Hijo de la promesa y, por el derramamiento de su sangre en la cruz, formará una descendencia más numerosa que las estrellas del cielo y las arenas de la playa: la Iglesia, la familia de Dios.

El misterio de esa primera sangre derramada por el niño Jesús queda de manifiesto en su nombre: “le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.” (Mateo 1, 21)

 

PROPÓSITO: Renovar nuestras promesas bautismales y esforzarnos en vivir como hijos de Dios, apartando de nosotros todo aquello que es indigno de nuestra condición,  pues “lo que cuenta no es la circuncisión ni la incircuncisión, sino la criatura, nueva criatura” (Gal 6, 15).

 

JACULATORIA: Sangre de Cristo, derramada por primera vez  en la circuncisión, sálvanos.

 

Para finalizar:

LETANÍAS DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO