martes, 12 de julio de 2022

DÍA 13. SANGRE DE CRISTO, EL PRECIO ÚNICO DE NUESTRA SALVACIÓN

DÍA 13. SANGRE DE CRISTO, EL PRECIO ÚNICO DE NUESTRA SALVACIÓN

Mes de julio a la preciosísima Sangre de Jesús

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Ante Jesús Sacramentado, visitándolo en el Sagrario ya presencialmente, ya espiritualmente, recitemos la siguiente oración compuesta por san Alberto Magno:

 

ORACIÓN A LA PRECIOSA SANGRE DE JESÚS

de San Alberto Magno

Yo te adoro, Oh Preciosa Sangre de Jesús, flor de la creación, fruto de virginidad, instrumento inefable del Espíritu Santo, y me regocijo al pensar que tú viniste de la gota de la sangre virginal sobre la cual el amor eterno imprimió su movimiento; Tú fuiste asumida por la Palabra y deificada en Su persona.

Yo estoy embargado de emoción cuando pienso de tu paso del corazón de la Santísima Virgen al corazón de la Palabra, y, siendo vivificada por el aliento de la Divinidad, volviéndote adorable porque te volviste la sangre de Dios.

Yo te adoro dentro de las venas de Jesús, preservada en su humanidad como el maná en la urna de oro, el memorial de la Redención eterna que El cumplió durante los días de su vida terrenal. Yo te adoro, Sangre de la nueva y eterna alianza, fluyendo de las venas de Jesús en Getsemaní, de la carne arrancada por los latigazos en el Pretorio, de sus manos y pies perforados y de su costado abierto en el Gólgota. Yo te adoro en los Sacramentos, en la Eucaristía, donde yo sé que estás sustancialmente presente...

Pongo toda mi confianza en Ti, Oh Sangre adorable, nuestra Redención, nuestra regeneración. Cae, gota a gota, en los corazones que se han alejado de Ti y suavízalos de su dureza.

Oh adorable Sangre de Jesús, lava nuestras manchas, sálvanos de la ira del ángel vengador. Irriga la Iglesia; hazla fructífera con apóstoles y trabajadores de milagros, enriquécela con almas que sean santas, puras y radiantes con belleza divina. Amén.

 

12.Sangre de Cristo, el precio único de nuestra salvación

A veces, nuestra superficialidad y las experiencias dolorosas de la vida, nos hacen dudar del amor de Dios, pudiéndonos sentir abandonados de él.

No terminamos de creernos la inmensidad del amor de Dios por nosotros. Miremos al Crucificado y lo que él tuvo que pagar para rescatarnos del Maligno, para librarnos de la condenación.

“Fuisteis liberados de vuestra conducta inútil, heredada de vuestros padres, -afirma el apóstol san Pedro - pero no con algo corruptible, con oro o plata, sino con una sangre preciosa, como la de un cordero sin defecto y sin mancha, Cristo.” (1 Pedro 1, 18-19).

¿Cuánto valemos para Dios? ¿Cuál es nuestro precio? La sangre del Hijo de Dios. Tenemos un precio divino.

Y en cambio, ¡qué baratos nos vendemos después de haber sido rescatados y liberados a tan alto coste! 

“Huid de la inmoralidad (…) pues habéis sido comprados a buen precio”, escribe el Apóstol a los Corintios (Cfr. 1, 18-20) Por tanto, ¡glorificad a Dios!”

 

PROPÓSITO: Dar una limosna a un pobre, recordando el precio de nuestra salvación.

 

JACULATORIA: Sangre de Cristo, derramada en la Cruz, sálvanos.

 

Para finalizar:

LETANÍAS DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO