30 de julio. Conmemoración de san Abdón y Senén, mártires
Durante el imperio de Decio, Abdón y Senén, persas, fueron acusados de enterrar en sus propiedades los cuerpos de los cristianos que eran dejados insepultos. Detenidos por orden del emperador, intentaron obligarles a sacrificar a los dioses; mas ellos se negaron, proclamando la divinidad de Jesucristo, por lo cual, tras haber sido sometidos a encarcelamiento, al volver Decio a Roma, les obligó a entrar en ella cargados de cadenas, caminando delante de su carroza triunfal. Conducidos por las calles de la ciudad ante las estatuas de los ídolos, escupieron sobre ellas en señal de execración, lo que les valió ser expuestos a los osos y los leones, los cuales no los tocaron. Luego de degollarlos, arrastraron sus cuerpos, atados por los pies, delante del ídolo del sol, pero fueron retirados secretamente de aquel lugar, para darles sepultura en la casa del Diácono Quirino.
Oremos.
Oh Dios, que a tus santos Abdón y Senén otorgaste abundancia de gracias para llegar a la gloria de que disfrutan, concede a tus siervos el perdón de los pecados, de suerte que, ayudados de los méritos de tus Santos, podamos vernos libres de toda adversidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. R. Amén.