miércoles, 2 de mayo de 2018

MAYO, EL MES DE LA ALEGRÍA (2) Beato John Henry Newman


2 DE MAYO
Mayo, el mes de la alegría
¿Por qué el mes de mayo se llama mes de Maria y le esta especialmente dedicado? Entre otras razones, por esta, a saber, porque dentro de todo el año eclesiástico, es el tiempo más sagrado, el más gozoso y el más enriquecido de fiestas solemnes. ¿Quién escogería por mes de Maria, el febrero, el marzo o el abril, tiempo de Cuaresma y de penitencia?
¿Quién preferiría el diciembre, tiempo de Adviento y tiempo de esperanza, a la verdad porque Navidad se acerca, pero también tiempo de ayuno? Las mismas Navidades no duran un mes, y aunque enero nos da la gozosa Epifanía, con su sucesión de dominicas, este tiempo, la mayor parte de los años, es rápidamente cortado por la precipitada llegada de la Septuagésima.
En cambio, mayo pertenece a la época de la Pascua, que dura cincuenta días, y abarca, con frecuencia, este mes entero, o, a lo menos toda la primera quincena. La gran solemnidad de la Ascensión siempre tiene lugar en mayo, salvo una o dos veces en el espacio de cuarenta años, Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo, cae comúnmente en mayo, y varias veces, las fiestas de la Santísima Trinidad y del Santísimo Sacramento. Mayo es por lo tanto, el tiempo en que resuenan frecuentes aleluyas, porque Cristo ha salido del sepulcro, porque Cristo ha subido a los cielos, y porque Dios Espíritu Santo ha descendido, para ocupar su lugar en la Iglesia.
He aquí, pues, una de las razones por las cuales el mes de mayo está dedicado a la bienaventurada Virgen Maria. Ella es la primera de las criaturas, y, de todos los hijos de Dios, la más agradable, la más amada y la más cercana a Él. Es conveniente que este mes sea el suyo y que durante el mismo, glorifiquemos a la providencia de Dios para con nosotros, por nuestra redención y por nuestra santificación en Dios Padre, en Dios Hijo, y en Dios Espíritu Santo.
Pero María no es solamente la sierva grata al Señor. Es también la Madre de su Hijo y la Reina de todos los santos, por lo cual, la Iglesia, como para formarle un gran cortejo de honor, celebra en este mes las fiestas de algunos de los más grandes. En primer lugar la fiesta de la Santa Cruz, en la cual veneramos la preciosa sangre, en que quedo empapada la cruz durante la pasión de nuestro Señor. Tienen su fiesta en este mes de mayo, el arcángel San Miguel y tres apóstoles; San Juan, el discípulo amado, San Felipe y Santiago; siete papas, de los cuales dos, San Gregorio VII y San Pio V son particularmente ilustres; dos de los más grandes doctores; San Atanasio y San Gregorio Anciano; dos vírgenes especialmente favorecidas de Dios; Santa Catalina de Siena (tal como se celebra su fiesta en Inglaterra) y Santa Maria Magdalena de Pazis, y también una mujer celebérrima en los anales de la Iglesia, Santa Mónica, madre de San Agustín. (((Y sobre todo, y de un modo particular para nosotros, en este Oratorio, San Felipe Neri, que ocupa, con su novena y su octava, quince días enteros de los treinta y uno que tiene este mes.))) Son todos ellos frutos de selección de la gracia multiforme de Dios, que forman la corte de su gloriosa Reina.
Beato John Henry Newman

Transcripto por gentileza de Dña. Ana María Catalina Galvez Aguiló