Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Hoy
primer sábado de mes, ofrecemos este rosario en reparación al Corazón
Inmaculado de María respondiendo así a su llamada en la ciudad de Pontevedra
por medio de Sor Lucía, vidente de Fátima. La Virgen le dijo: "Mira, hija
mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar
con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a
todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban
la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos
meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo
asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su
salvación".
Meditamos el rosario de hoy con algunos textos del Catecismo Romano
editado por mandato de san Pio V, papa que confío totalmente en el poder del
Rosario para pedir al cielo las gracias más grandes. Imitémoslo en su amor y su
devoción a la Virgen.
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas
purísimas de la Virgen María.
“Supera,
en cambio, todo orden natural y toda capacidad de inteligencia humana el hecho
de que, apenas la Virgen dio su asentimiento a la propuesta del ángel: He aquí
la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra (Lc 1,38), inmediatamente quedó
formado el santísimo cuerpo de Cristo y unida a él el alma racional, y de este
modo, en el mismo instante, fue perfecto Dios y perfecto hombre.
No
puede dudarse que esto fue obra admirable y prodigiosa del Espíritu Santo,
porque, según el orden natural, ningún cuerpo puede ser informado por el alma
antes de transcurrir un determinado espacio de tiempo.
Añádase
a esto algo todavía más admirable: apenas el alma se unió al cuerpo, se unió
también a uno y otra la divinidad. Todo se realizó en un instante: la formación
del cuerpo, el ser informado por el alma, la unión de la divinidad con el
cuerpo y con el alma.
Y
así, ya en este primer instante, Cristo fue perfecto Dios y perfecto hombre; y
la Virgen Santísima puede ser llamada con toda propiedad y verdad Madre de Dios
y Madre del hombre, porque concibió en el mismo instante al Dios y al hombre.
Así se lo había anunciado el ángel:
Y
concebirás en tu seno y darás a luz un Hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
Él será grande y llamado Hijo del Altísimo (Lc 1,31-32).
De
esta manera tuvo cumplimiento la profecía de Isaías: He aquí que la virgen
grávida da a luz un Hijo (Is 7,14).”
***
OFREZCAMOS ESTE
MISTERIO EN REPARACIÓN POR LAS BLASFEMIAS Y ULTRAJES QUE SE COMENTEN CONTRA LA INMACULADA
CONCEPCIÓN DE MARÍA.
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa
Isabel.
“San
Pablo llama con frecuencia a Cristo "el nuevo Adán", estableciendo un
paralelismo entre Él y nuestro primer padre. En realidad, si en el primero
todos encontramos la muerte, en Cristo todos recibimos de nuevo la vida; y si
Adán fue el padre de la humanidad en el orden de la naturaleza, Cristo es el
autor de la vida de gracia y de la gloria.
Lógicamente
habremos de establecer idéntico paralelismo entre la Virgen Madre y la primera
madre Eva. Ésta, dando oídos a la serpiente, atrajo la maldición y la muerte
sobre el mundo; María, en cambio, creyendo las palabras del ángel, consiguió
que la bondad de Dios derramase sobre los hombres la bendición y la vida. Por
causa de Eva nacimos todos hijos de ira; por María, en cambio, recibimos a
Jesucristo, por quien resucitamos a la vida de la gracia. A Eva le fue dicho:
Parirás con dolor los hijos (Gn 3,16); María fue exenta de esta ley, y, sin
detrimento de su virginidad ni dolor alguno, dio a luz a Jesús, Hijo de Dios.”
***
OFREZCAMOS ESTE
MISTERIO EN REPARACIÓN POR LAS BLASFEMIAS Y ULTRAJES QUE SE COMENTEN CON LA VIRGINIDAD
PERPETUA DE LA NUESTRA SEÑORA.
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Fijémonos
en las grandes lecciones que el Niño Dios nos da, sin haber pronunciado aún una
sola palabra: nace pobre, peregrino en tierra extraña, en un miserable portal,
en el rigor del invierno. Así lo cuenta San Lucas: Estando alli, se cumplieron
los días de su parto, y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en
pañales, y le acostó en un pesebre por no haber sitio para ellos en el mesón
(Lc 2,6-7). ¡No pudo el evangelista esconder en palabras más humildes toda la
gloria y majestad del cielo y de la tierra!
Y
notemos que el Evangelio no dice simplemente que "no había sitio en el
mesón", sino que no había sitio para Aquel que pudo decir con verdad: Mío
es el mundo y cuanto lo llena (Ps 49,12). San Juan nos dirá también: Vino a los
suyos, pero los suyos no le recibieron (Jn 1,11).”
***
OFREZCAMOS
ESTE MISTERIO EN REPARACIÓN POR LAS BLASFEMIAS Y ULTRAJES QUE SE COMENTEN
CONTRA LA MATERNIDAD DIVINA DE MARÍA, RECHAZANDO AL MISMO TIEMPO RECIBIRLA COMO
MADRE DE LOS HOMBRES.
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del
Niño Jesús en el templo
"Importa
sobre todo que estos santos misterios narrados por los evangelistas lleguen a
impresionar nuestra mente y nuestro corazón.
Dos
son los frutos principales que debemos sacar de su contemplación: un
sentimiento generoso de gratitud a Dios, su autor, y un sincero deseo de
reflejar en la realidad de nuestras vidas tan sorprendente y singular ejemplo
de humildad.
El
recordar con frecuencia la humillación de Jesucristo, que para comunicarnos su
gloria no tuvo inconveniente en asumir nuestra misma pequeñez y fragilidad; el
contemplar hecho hombre a un Dios, ante cuya suprema e infinita majestad
tiemblan las columnas del cielo y se estremecen a una amenaza suya (); el
meditar cómo nace en la tierra Aquel a quien sirven los ángeles en el cielo...
(62), todo esto constituirá, sin duda, el más útil de los ejercicios
espirituales para reprimir nuestra vanidad y soberbia. Si Cristo no tuvo reparo
en hacer todo esto por nosotros, ¿qué no deberemos hacer nosotros por Él? ¿Con
cuánta prontitud y gozo del alma no deberemos estimar, amar y practicar las
exigencias de la humildad?"
***
OFREZCAMOS ESTE
MISTERIO EN REPARACIÓN POR AQUELLOS QUE INFUNDEN EN LOS NIÑOS Y EN LOS JÓVENES
EL DESPRECIO HACIA LA VIRGEN INMACULADA.
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Una
última reflexión se impone: cuidemos no se repita, para desgracia nuestra, la
escena de Belén. ¡Sería muy triste para Cristo "no encontrar sitio"
en nuestros corazones para nacer espiritualmente, como entonces no lo encontró
para nacer según la carne!
Ansioso
de nuestra salvación, nada desea Jesús tan ardientemente como este nuestro
místico nacimiento.
A
imitación suya, que por obra del Espíritu Santo y sobre todo orden natural, se
hizo hombre, y nació, y fue santo, y aun la santidad misma, quiere que nosotros
renazcamos no de la sangre, ni de la voluntad carnal, sino de Dios (Jn 1,13).
Y, una vez renacidos, quiere nos comportemos como criaturas nuevas (Ga 6,15),
viviendo una vida nueva (Rm 6,4) y guardando celosamente aquella santidad y
pureza de espíritu que corresponde a hombres reengendrados en el Espíritu de
Dios.
Sólo
así reproduciremos, de alguna manera, en nosotros mismos el misterio de la
concepción y nacimiento del Hijo de Dios, que firmemente creemos; y al creerlo,
veneramos y adoramos la sabiduría de Dios misteriosa, escondida (1Co 2,7).”
***
OFREZCAMOS ESTE
MISTERIO EN REPARACIÓN POR AQUELLOS ULTRAJAN, DESPRECIAN Y MALTRATAN LAS
IMÁGENES Y REPRESENTACIONES DE LA VIRGEN SANTÍSIMA.