LA SABIDURÍA DE DIOS EN LA
CREACIÓN
Imaginemos, para entenderlo mejor, que
vemos dos fuentes con dos pilas que se llenan de agua. Que no encuentro cosa
más apropiada para explicar alguna de espíritu que el agua; y es que, como se
poco y el ingenio no ayuda y soy tan amiga de este elemento, lo he mirado con
más atención que otras cosas, que en todas las que creó Dios, tan sabio, debe
de haber hartos secretos de que nos podemos aprovechar, y así lo hacen los que
lo entienden, aunque creo que en cada cosita que creó Dios hay más de lo que se
entiende, aunque sea en una hormiguita (IV M 2, 2).