EL AMOR DE DIOS: LA
SANTIDAD
Es cosa extraña qué apasionado amor es
éste, qué de lágrimas cuesta, qué de penitencias y oración, qué interés pone en
que rueguen por esa alma todos los que cree que le pueden ayudar ante Dios, qué
deseo constante de su santidad, qué tristeza si ve que no adelanta.