NOVENA
AL SANTO PADRE PIO DE PIETRELCINA
DÍA SEXTO. Obedientísimo Padre Pío de
Pietrelcina, tu amor a los enfermos te llevó a decir estas palabras: “Si yo sé que una persona está afligida, sea
en el alma o en el cuerpo, suplicaría a Dios para verla libre de sus males. De
buena gana yo tomaría todos sus sufrimientos para verla salvada y cedería los
frutos de tales sufrimientos en su favor.”
Acudimos a tu intercesión para que aquellos que pasan por la prueba de
la enfermedad y el sufrimiento en sus almas o en sus cuerpos, sepan unirse a Cristo Redentor y encuentren la
paz interior, y si es voluntad de Dios, recuperen la salud. Amén.
Se
termina con la Novena al Sagrado Corazón de Jesús.