jueves, 18 de diciembre de 2014

OH ADONAI

OH ADONAI, PASTOR DE LA CASA DE ISRAEL 
¡Oh soberano Señor, Adonai! ven a rescatarnos, no ya con tu poder, sino con tu humildad. En otro tiempo te manifestaste a tu siervo Moisés en medio de una llama divina; diste la ley a tu pueblo entre rayos y truenos: ahora no se trata de amedrentar sino de salvar. Por eso, conocedora tu purísima Madre María, como su esposo José, del Edicto del Emperador que les obliga a emprender el camino de Belén, se ocupa de los preparativos de tu próximo y feliz Nacimiento. Dispone ella para ti, oh Sol divino, los humildes pañales que han de cubrir tu desnudez y que te protegerán del frío en este mundo creado por ti, cuando aparezcas en medio de la noche y del silencio. Así es cómo nos has de librar de la servidumbre de nuestro orgullo, y cómo tu brazo se dejará sentir más poderoso, aunque parezca más débil y más inútil a los ojos de los hombres. ¡Todo está dispuesto, oh Jesús!, tus pañales te esperan: sal pues cuanto antes y ven a Belén, para liberarnos del poder de nuestros enemigos”.
Dom Próspero Guéranger, El Año Litúrgico.

Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, 
que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente 
y en el Sinaí le diste tu ley, 
¡ven a librarnos con el poder de tu brazo!

V/. Derramad, cielos, desde lo alto vuestro rocío y las nubes lluevan al Justo.
R/. Que se abra la tierra y brote el Salvador. 

ORACIÓN. Concédenos, Señor, que la renovación del misterio de la Navidad de tu Hijo a la cual nos preparamos, nos libre del antiguo yugo del pecado por el cual estamos oprimidos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.