PENSAR EN
EL CIELO
Esta visión también me aprovechó mucho para
conocer nuestra patria verdadera y ver que aquí somos peregrinos, pues es gran
cosa haber visto lo que hay allá y saber dónde hemos de vivir. Porque si uno ha
de ir a vivir permanentemente a una tierra, le resulta muy provechoso para
soportar el trabajo del camino, haber visto que es una tierra donde estará con
mucho descanso, y también resulta más fácil para considerar las cosas
celestiales y procurar que nuestra conversación sea de allá (V 38, 6).