“La solemnidad
de la Inmaculada -8 de Diciembre-, profundamente sentida por los fieles, da
lugar a muchas manifestaciones de piedad popular, cuya expresión principal es
la novena de la Inmaculada. No hay duda de que el contenido de la fiesta de la
Concepción purísima y sin mancha de María, en cuanto preparación fontal al
nacimiento de Jesús, se armoniza bien con algunos temas principales del
Adviento: nos remite a la larga espera mesiánica y recuerda profecías y
símbolos del Antiguo Testamento, empleados también en la Liturgia del Adviento.”
DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA,
102