CONOCIMIENTO DE UNO MISMO
El conocimiento propio jamás se ha de dejar, ni hay nadie en este
camino, tan gigante que no tenga necesidad muchas veces de volver a ser niño y
a mamar... El conocimiento propio es el pan con que se han de comer todos los
manjares, por muy delicados que sean, en este camino de oración..., pero hay
que comerlo con tasa...(V 13, 15; CN 3).