EXAMEN DE CONCIENCIA PARA EL ADVIENTO
El tiempo litúrgico del Adviento quiere disponernos interiormente
al misterio de la Navidad: el misterio de Dios que viene a nosotros. Recordando
la larga preparación de la primera venida del Salvador, se renueva también el
ardiente deseo de su segunda Venida y se toma conciencia de su presencia ya ahora
entre nosotros.
ADVIENTO: RECUERDO DE LA PRIMERA VENIDA
1.
El
Dios cristiano es el Dios que desde el mismo momento de la creación, ha querido
hacerse amigo del hombre, ha salido a su encuentro. ¿Cómo me sitúo ante este
deseo de Dios? ¿Quiero que se haga
presente en mi vida? ¿Encuentra resistencia en mí a abrirle mi corazón? ¿Quiero
que venga pero cuando yo diga y como yo quiera?
2.
Las
personas elegidas por Dios a lo largo de la historia de la salvación son un
ejemplo para nosotros de cómo esperar al Mesías:
·
¿Tengo
la fe de Abraham en qué Dios va a cumplir su promesa a pesar de mis debilidades
e infidelidades?
·
¿Acepto
la misión/vocación/situación que Dios me ha dado con la obediencia de Moisés?
·
Como
los profetas, ¿mi vida es testimonio de mi fe en Dios? ¿Me avergüenzo, callo u
omito mi condición de cristiano en los ambientes que no son favorables?
·
Como
Juan Bautista, ¿me preparo a la venida del Señor haciendo penitencia por mis
pecados y por los pecados de la humanidad?
·
Como
San José, ¿acepto la voluntad de Dios tal y como se hace presente en mi vida? O
por el contrario, ¿busco hacer siempre mi voluntad? ¿Me revelo contra Dios o me
quejo a él?
·
Como
la Virgen Santísima, ¿busco la humildad, la sencillez, el ocultamiento?
¿Intento huir de toda ocasión de pecar para conservar mi alma inmaculada? ¿He
llegado a aborrecer del todo al pecado o siento todavía afecto hacia él?
ADVIENTO: ESPERA DE LA SEGUNDA VENIDA
3.
El
Señor ha de venir a juzgar a vivos y a muertos. Él es el juez de la historia,
de toda la humanidad. ¿Creo firmemente esta verdad de fe? ¿Ansío esta venida
del Señor o todavía estoy apegado a las cosas y a las personas?
4.
A
veces, el deseo de la justicia divina, nace de un pecado de creerse uno santo y
justo, por encima de los demás… también puede nacer de un visión victimista de
la propia existencia donde los otros son siempre personas malas que me hacen
daño, que me oprimen, que me ofenden… y si deseo que venga Jesús es porque
deseo que le dé su castigo, su merecido. ¿He tenido estos pensamientos? ¿He
expresado esto con mis palabras? ¿Perdono a mis enemigos y aquellos que me
hacen daño, que me disgustan, etc? ¿Deseo
su salvación, rezo y me sacrifico por ellos? ¿También por los miembros de mi
familia que no creen o viven alejados de Dios?
5.
Estad
en vela, porque no sabéis el día ni la hora. Es necesario estar siempre
preparados. ¿He retrasado acudir al sacramento de la confesión, aun con
conciencia de pecado grave? ¿He consentido actitudes o situaciones pecaminosas
en mi vida sin mayor escrúpulo?
6.
Pero
el que no trabaja, que no coma –avisa
san Pablo- ante aquellos que llevados por una falsa actitud de espera, no
hacían nada. ¿He dejado de cumplir con mis obligaciones familiares o laborales quitándole
importancia, dejando llevar por la pereza o anteponiendo “falsas obligaciones
religiosas”?
7.
Al
atardecer de la vida, seremos examinados del amor. ¿Cómo vivo el amor a Dios
sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo?
ADVIENTO: LA MUERTE COMO VENIDA PERSONAL
DEL SEÑOR
8.
No
sabemos si antes de nuestra muerte, llegará el fin del mundo. Pero lo que si
sabemos con certeza es que la muerte llegará antes o después. El Señor vendrá a
buscarnos y tendremos que presentarnos delante de él. ¿Pienso que he de morir y que moriré como he
vivido? ¿Intento prepararme para este momento? ¿Temo a la muerte? ¿Temo el
juicio de Dios? ¿Me engaño a mí mismo con una idea falsa de la misericordia de
Dios? ¿Me encomiendo a la Virgen y San José para tener una santa muerte?
9.
Los
santos, a pesar de serlo, se creían merecedores del infierno; y, en cambio, mi
vida deja mucho que desear comparada a las suyas. ¿Creo que mi pecado merece el
infierno?
ADVIENTO: SU PRESENCIA ENTRE NOSOTROS
10.
En
la primera venida, el Hijo de Dios vino en la humildad de nuestra carne haciéndose
hombre como nosotros menos en el pecado. En la segunda venida, Jesucristo
vendrá con su Santa Humanidad resucitada acompañado de sus ángeles en gloria y
majestad. Pero él ha querido quedarse en medio de su Iglesia. ¿Amo a la Iglesia,
me siento parte de ella? ¿Me preocupa lo que la Iglesia piensa y dice, lo que
la Iglesia enseña? ¿Confío en su enseñanza? ¿Me duele cuando la Iglesia es
criticada y burlada? ¿Participo de estas críticas? ¿He sido causa de escándalo
por mis palabras o mis actuaciones?
11.
Cristo,
Buen Pastor se hace presente a través del Papa, los obispos y los sacerdotes.
¿Los respeto como tales? ¿Los escucho con piedad filial? ¿Acudo a ellos
confiados en mis necesidades o problemas? ¿Rezo por ellos para que sean santos e
intento ayudarlos, o por lo contrario los juzgo, los critico o murmuro de ellos?
12.
Cristo
se hace presente en los sacramentos. ¿Cómo celebro y participo en los
sacramentos? ¿Intento prepararme debidamente para corresponder a la gracia que
en ellos se me dan? En particular, con respeto al sacramento de la penitencia: ¿Hago
debidamente el examen de conciencia? ¿Lo recibo con frecuencia? ¿Confieso mis
pecados con sinceridad, humildad y verdadero arrepentimiento? ¿Hago el firme
propósito de no volver a pecar y doy gracias a Dios por su perdón? Y con
respeto al Sacramento de la Eucaristía: ¿Asisto a la Santa Misa de forma
anodina y pasota? ¿Intento prestar toda la atención posible y unirme al
sacerdote en su oración? ¿Vivo la espiritualidad de ofrecer toda mi vida junto
con Cristo en el altar? ¿Cómo me acerco a la comunión? ¿Excito en mi
sentimientos y deseos de fe, esperanzan y caridad? ¿Prolongo la misa con una
acción de gracias interior?
13. Cristo se hace
presente en la Sagrada Escritura. En ella, él nos habla, nos ilumina y exhorta,
nos anima, consuela y corrige. ¿Tengo la
conciencia de que Dios me habla por medio de ella? ¿La escucho con atención
cuando es proclamada en la Iglesia? ¿La leo en casa y la medito? ¿Busco
comprender aquellas cosas que no entiendo en ella?
14.
Cristo
también se hace presente con rostro desfigurado y oculto en nuestros hermanos. Cuando
él vuelva, nos juzgará en la medida que hayamos practicado la obras de
misericordia, en la medida que lo hayamos reconocido en rostros del hermano
necesitado. ¿Cómo vivo yo las obras de misericordia?
OBRAS
DE MISERICORDIA
OBRAS
CORPORALES
1.
Dar de comer al hambriento
2.
Dar de beber al sediento
3.
Dar posada al necesitado
4.
Vestir al desnudo
5.
Visitar al enfermo
6.
Socorrer a los presos
7.
Enterrar a los muertos
OBRAS
ESPIRITUALES
1.
Enseñar al que no sabe
2.
Dar buen consejo al que lo necesita
3.
Corregir al que está en error
4.
Perdonar las injurias
5.
Consolar al triste
6.
Sufrir con paciencia los defectos de los demás
7.
Rogar a Dios por vivos y difuntos