DÍA 24. BREVE MES DE MARÍA. REFUGIUM PECCATORUM
Breve mes de María. Devoto obsequio de las familias cristianas a la Madre de Dios en el mes de Mayo compuesto principalmente con textos de san Alfonso María de Ligorio y ejemplos escogidos.
+Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A fin de que sea más eficaz nuestra oración delante de Dios y muy agradables nuestros obsequios a la Virgen María, poniéndonos en su santa presencia, purifiquemos antes nuestra alma de los pecados y faltas haciendo de todo corazón un acto de contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. También me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.
Oración para comenzar todos los días:
Acordaos, oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a tu protección,
implorando tu asistencia y reclamando tu socorro,
haya sido abandonado de ti.
Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes,
y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana.
No deseches mis humildes súplicas,
oh Madre del Verbo divino,
antes bien, escúchalas y acógelas benignamente. Amén
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MES DE MARÍA
DÍA 24
CONSIDERACIÓN
Refugium peccatorum (Refugio de los pecadores). Así es llamada María por san Germán: Refugio siempre abierto a los pecadores, pues no sabe rechazar a ningún pecador; en seguida que acude a ella, María lo acoge. Por esto dice san Juan Damasceno que María es el amparo, no sólo de los inocentes, sino también de los malos que imploran su protección: Ciudad de refugio para todos los que a ella acuden. Por lo cual escribe san Anselmo: Con afecto maternal abrazáis al pecador por todos despreciado, y no le abandonáis hasta que lo habéis reconciliado con el Juez. Quiere decir que el pecador, siendo odiado de Dios, se hace odioso y abominable a todas las criaturas, pero si acude al refugio de los pecadores, a María, ella no sólo no lo rechaza, sino que lo abraza afectuosamente y no lo abandona si no le ve ya perdonado por su Hijo y Juez nuestro, Jesucristo. Si sois, pues, el refugio de los pecadores, ¡también sois nuestro refugio María! Rogad por nosotros.
EJEMPLO
San Estanislao, aquel niño de angelicales virtudes, ya desde su más tierna edad nunca soltaba el Rosario de sus manos, y leía con frecuencia libritos de oraciones y alabanzas a la Madre de Dios. Durante el noviciado, se sentía tan profundamente emocionado cuando rezaba la salutación angélica, que no podía contener las lágrimas ni disimular la suavísima emoción que conmovía su alma.
Cuando la devoción a María llena el alma, toda la persona se siente transformada y no suspira por otra cosa que, por María, ni tiene otro deseo que satisfacer su devoción. Si no sentimos deseos de obsequiar a María, es cierto que su devoción no ha entrado todavía de lleno en nuestro corazón.
PEREGRINACIÓN Y VISITA ESPIRITUAL
Hoy haremos la peregrinación y la visita espiritual a NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES, O LA BLANCA, EN LEÓN, y unidos en espíritu con todos los fieles que hoy practican esta devoción, pidámosle las gracias especiales que más nos convengan. (3 Avemarías)
FLOR ESPIRITUAL PARA MAÑANA
Acostumbrarse a considerar todas las cosas con espíritu de fe viva en 'la Providencia divina. Rezar una Salve a María, para que robustezca nuestra fe.
DESPEDIDA
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.