DÍA 10. BREVE MES DE MARÍA. VIRGO PRAEDICANDA
Breve mes de María. Devoto obsequio de las familias cristianas a la Madre de Dios en el mes de Mayo compuesto principalmente con textos de san Alfonso María de Ligorio y ejemplos escogidos.
+Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A fin de que sea más eficaz nuestra oración delante de Dios y muy agradables nuestros obsequios a la Virgen María, poniéndonos en su santa presencia, purifiquemos antes nuestra alma de los pecados y faltas haciendo de todo corazón un acto de contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. También me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.
Oración para comenzar todos los días:
Acordaos, oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a tu protección,
implorando tu asistencia y reclamando tu socorro,
haya sido abandonado de ti.
Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes,
y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana.
No deseches mis humildes súplicas,
oh Madre del Verbo divino,
antes bien, escúchalas y acógelas benignamente. Amén
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MES DE MARÍA
DÍA 10
CONSIDERACIÓN
Virgo
praedicanda (Virgen digna de ser pregonada). Canta
la Santa Iglesia que esta Virgen es muy merecedora de toda alabanza, dignísima
de toda alabanza, pues, como dice san Ildefonso, toda alabanza que se tribute a
la bienaventurada Virgen redunda en honor del Hijo. Por lo cual dice muy bien
san Gregorio que las alabanzas a María son aceptadas por Dios, como si a él se
tributasen: Estima el Creador como propia vuestra gloria. La Santísima Virgen
promete el Paraíso a quien se afane en darla a conocer y en hacerla amar. Dice
san Anselmo que, así como María, siendo Madre de Dios, fue el medio para salvar
a los pecadores, de la misma manera éstos, pregonando las glorias de María,
reciben la salvación. No todos pueden ser predicadores, pero todos pueden
alabarla e insinuar a los demás, hablando familiarmente a los parientes y a los
amigos, las prerrogativas de María, su poder, su misericordia, y. de este modo,
inducirlos a la devoción a esta Madre divina. ¡Oh, Reina del Cielo!, de hoy en
adelante queremos hacer todo cuanto podamos para que todos os amen y os
veneren.
EJEMPLO
Todos
conocen las maravillas y las victorias obtenidas con la excelsa práctica del
Santísimo Rosario. Santo Domingo de Guzmán nos recomienda la confianza que en
esta devoción hemos de tener: Si todos los santos se nos mostrasen extraños y
se hiciesen sordos a nuestras oraciones, no obstante, María siempre nos
acogería en su misericordia. Y tan grande es su misericordia para con los
hombres, miserables pecadores, que el beato Alano llega a decir que el mundo ya
se hubiera hundido si la Virgen Santísima no hubiera aplacado la ira divina con
sus ruegos.
Meditemos bien las palabras de estos santos y dilatemos nuestro corazón con una mayor y completa confianza en María nuestra Madre.
PEREGRINACIÓN Y VISITA ESPIRITUAL
Hoy haremos la peregrinación y la visita espiritual a NUESTRA SEÑORA DE VALVANERA, EN LOGROÑO, y unidos en espíritu con todos los fieles que hoy practican esta devoción, pidámosle las gracias especiales que más nos convengan. (3 Avemarías)
FLOR ESPIRITUAL PARA MAÑANA
Poner especial cuidado en rezar con atención y devoción el Santo Rosario de María.
DESPEDIDA
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.
