DÍA 12. BREVE MES DE MARÍA. VIRGO CLEMENS
Breve mes de María. Devoto obsequio de las familias cristianas a la Madre de Dios en el mes de Mayo compuesto principalmente con textos de san Alfonso María de Ligorio y ejemplos escogidos.
+Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A fin de que sea más eficaz nuestra oración delante de Dios y muy agradables nuestros obsequios a la Virgen María, poniéndonos en su santa presencia, purifiquemos antes nuestra alma de los pecados y faltas haciendo de todo corazón un acto de contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. También me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.
Oración para comenzar todos los días:
Acordaos, oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a tu protección,
implorando tu asistencia y reclamando tu socorro,
haya sido abandonado de ti.
Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes,
y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana.
No deseches mis humildes súplicas,
oh Madre del Verbo divino,
antes bien, escúchalas y acógelas benignamente. Amén
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MES DE MARÍA
DÍA 12
CONSIDERACIÓN
Virgo Clemens (Virgen clemente). Tan poderosa es María delante de Dios, como clemente y piadosa para con los que la invocan. Ni poder ni querer puede faltarle, dice san Bernardo. No puede faltarle el poder para salvarnos, porque es Madre de Dios, ni puede faltarle el querer para socorrernos, porque es Madre nuestra. ¿Quién es el que, habiendo acudido a María, haya quedado desamparado? Deje de ala vuestra misericordia aquel que os haya invocado y le haya faltado vuestro socorro. Escribe san Buenaventura que es tan grande el deseo de María de ser rogada por nosotros, para dispensarnos con mayor abundancia sus favores, que se siente ofendida no sólo por el que la injuria, sino también por el que no le pide mercedes. No es menester rogar mucho a esta Madre de misericordia para obtener su auxilio: basta pedírselo con confianza. Su clemencia nos socorre antes de ser rogada, dice Ricardo de San Víctor; y da de ello la razón: no puede conocer nuestras miserias sin moverse a prestarnos su asistencia. Ved, pues, María, nuestras miserias y socorrednos. Virgen clemente, rogad por nosotros.
EJEMPLO
La beata Juana, carmelita, acostumbraba rezar mil Avemarías en las festividades de María. La víspera de la Anunciación, mandóle el confesor que rezase tan sólo una. La Beata obedeció, y esta obediencia fue tan agradable al Señor, que la favoreció con un éxtasis dulcísimo que duró toda la noche.
La obediencia agrada al Señor, aun cuando nos hace omitir alguna obra buena que no sea obligatoria, pues prefiere el sacrificio de nuestra voluntad a todas las obras buenas hechas según nuestro libre albedrío.
PEREGRINACIÓN Y VISITA ESPIRITUAL
Hoy haremos la peregrinación y la visita espiritual a NUESTRA SEÑORA DEL PILAR, EN ZARAGOZA, y unidos en espíritu con los fieles que hoy practican esta devoción, pidámosle las gracias especiales que más nos convengan. (3 Avemarías)
FLOR ESPIRITUAL PARA MAÑANA
Acudir a María en los momentos de tentación y tristeza, y rezarle una Salve, pidiéndole que nos sostenga en todas las penas y tribulaciones.
DESPEDIDA
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.
