domingo, 12 de octubre de 2014

¿QUIÉN TIENE TIEMPO PARA ESCUCHAR SU PALABRA Y DEJARSE FASCINAR?


SOLEMNIDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR
 COMENTARIO AL EVANGELIO
Forma Extraordinaria del Rito Romano
Nuestra esperanza tiene un fundamento real, se basa en un evento que se sitúa en la historia a la vez que la supera: ¡es Jesús de Nararet! El entusiasmo que suscitaba su sabiduría y su poder salvador en la gente de su tiempo era tal que una mujer en medio de la multitud —como hemos oído en el Evangelio— exclamó: “¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron!”. A lo que Jesús respondió: “Mejor: ¡Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen!” (Lc 11, 27.28). Pero, ¿quién tiene tiempo para escuchar su palabra y dejarse fascinar por su amor? ¿Quién permanece, en la noche de las dudas y de las incertidumbres, con el corazón vigilante en oración? ¿Quién espera el alba de un nuevo día, teniendo encendida la llama de la fe? La fe en Dios abre al hombre un horizonte de una esperanza firme que no defrauda; indica un sólido fundamento sobre el cual apoyar, sin miedos, la propia vida; pide el abandono, lleno de confianza, en las manos del Amor que sostiene el mundo.
Benedicto XVI