LA VOLUNTAD DE DIOS, CAMINO SEGURO
Creedme que es lo más seguro no querer sino lo que quiere Dios, que nos
conoce más que nosotros mismos y nos ama. Pongámonos en sus manos para que se
haga su voluntad en nosotros, y no nos equivocaremos si con determinada
voluntad, permanecemos en esa decisión (VI M 9, 17).