Santo Rosario.
Por la
señal...
Monición inicial:
Se hace hoy memoria de santa Teresa de
Jesús, virgen y doctora de la Iglesia. Hoy da comienzo el V centenario
conmemorativo de su nacimiento el 28 de marzo de 1515 en Avila, ciudad de
España. Reformadora de la Orden para una observancia más estrecha, hubo de
sufrir dificultades, que superó con ánimo esforzado, y compuso libros en los
que muestra una sólida doctrina y el fruto de su experiencia. Murió el 4 de
octubre de 1582.
Presentando a la Virgen María como
modelo de toda virtud, decía a sus hijas:
“Parezcámonos en algo a la gran humildad
de la Virgen Santísima.”
Señor mío Jesucristo…
MISTERIOS GLORIOSOS
Primer
misterio: La Resurrección del Señor
¡Ay de mí, ay de mí,
Señor!, que es muy largo este destierro y pásase con grandes penalidades del deseo de mi Dios.
Señor, ¿qué hará un alma metida en esta cárcel? ¡Oh Jesús, qué larga es la vida del hombre, aunque se dice que es
breve!; breve es mi Dios, para ganar con ella vida que no se puede acabar, mas muy larga para el
alma que se desea ver en la presencia de
su Dios ¿Qué remedio dáis a este
padecer?, no le hay sino cuando se padece por vos (Exclamaciones 15,1)
Segundo
misterio: La ascensión del Señor
Poned los ojos en vos y
miraos interiormente…, hallaréis a vuestro Maestro, que no os faltará
(Camino 29,2)
Tercer
misterio: La venida del Espíritu Santo
¡Oh ánima mía!
Considera el gran deleite y gran amor que tiene el Padre en conocer a su Hijo, y
el Hijo en conocer a su Padre, y la inflamación con que el Espíritu Santo se
junta con ellos, y como ninguna se puede apartar de este amor
y conocimiento porque son una misma cosa (Exclamaciones, 7)
Cuarto
misterio: La asunción de María a los cielos
¿Quién es esta doncella?
Ella es hija de Dios Padre, relumbra como una estrella (Poesía 13)
Quinto
misterio: La coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado
Era grandísima la hermosura que ví en nuestra
Señora, aunque por figuras no determiné ninguna
particular, sino toda junta la hechura del rostro, vestida de blanco con
grandísimo resplandor, no que deslumbra,
sino suave. (Libro de la Vida, 33,14)