lunes, 13 de octubre de 2014

HONRA, GLORIA Y TRIUNFO PARA EL INMACULADO CORAZÓN. Beata Alexandrina de Balasar


Ave María, Madre de Jesús!
Honra, gloria y triunfo para su Inmaculado Corazón!
Ave María, Madre de Jesús, Madre de todo el universo!
¿Quién no querrá pertenecer a la Madre de Jesús, 
a la Señora de la Victoria?
El mundo va a ser consagrado a su Materno Corazón!
Guarda, Virgen pura, guarda, Virgen Madre,
 en tu Sagrado Corazón, a todos tus hijos!
***
SABIAS QUE...
La Consagración que hizo el papa Pío XII fue fruto del insistente pedido de Jesús a la beata Alexandrina, desde 1935 a 1942, quien inmovilizada desde su cama vivió una vida de intensas experiencias místicas en comunicación constante con Jesús, de quien fue un doliente instrumento. En 1898, el mundo fue consagrado al Sagrado Corazón de Jesús. Fue intermediaria para pedir la consagración a monja de origen alemán residente en Oporto, la Bienaventurada María del Divino Corazón o Maria Dröste zu Vischering. En 1942, el mundo fue consagrado al Inmaculado Corazón de María. Esta vez la intermediaria divina fue la Beata Alexandrina Maria da Costa. Efectivamente es así como consta en el Decreto de sus Virtudes Heroicas: En el año de 1936 le pidió al Sumo Pontífice la Consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María, lo que hizo Pío XII el día 31 de Octubre de 1942.