¿QUÉ
MAS ES NECESARIO PARA DESCUBRIR EL AMOR DE DIOS?
¡Oh, Señor mío, que de todos los bienes que nos hicisteis nos aprovechamos mal! Vuestra majestad buscando modos y maneras e invenciones para manifestar el amor que nos tenéis; nosotros, como mal experimentados en amaros a Vos, los apreciamos tan poco, que de mal ejercitados en esto, se nos van los pensamientos a donde están siempre, olvidando los misterios que este idioma encierra en sí, como ha dicho el Espíritu Santo. ¿Qué más era menester para encendernos en amor suyo y pensar que adoptó este estilo no sin gran causa?
(…) Veo claro que nos ejercitamos tan mal en el amor a Dios, que no nos parece posible que un alma trate así con Dios. Mas conozco a algunas personas que sacaron tan gran bien, tanto regalo, tan gran seguridad en sus temores, que hacían particulares alabanzas a nuestro Señor muchas veces, porque dejó remedio tan saludable para las almas que con hirviente amor le aman para que entiendan y vean que es posible que se humille Dios tanto (Mdt C 1, 4-5).