jueves, 29 de junio de 2023

CONFESIÓN Y DIGNIDAD DE SAN PEDRO. Dom Próspero Gueranger

 


29 de junio

San Pedro Apóstol

Dom Próspero Gueranger

 

 

CONFESIÓN DE SAN PEDRO. — La alegría hace recordar a Roma aquel momento dichoso en que, por primera vez, la humanidad dio al Esposo su título divino: ¡Tú eres Cristo, Hijo de Dios vivo! El amor y la fe hacen a Pedro en este momento la mayor y la más antigua lumbrera de los teólogos, como le llama San Dionisio en su libro de los “Nombres divinos.” El primero, efectivamente, tanto con relación al tiempo como por la plenitud del dogma, solucionó el problema cuya insoluble resolución fue el esfuerzo supremo de la teología de los siglos proféticos.

 

DIGNIDAD DE SAN PEDRO. — ¿Eres, oh Pedro, más sabio que Salomón? Y lo que el Espíritu Santo declaró sobre toda ciencia, ¿será el secreto de un pobre pescador? Así es. Nadie conoce al Hijo sino el Padre pero el Padre mismo reveló a Simón el misterio de su Hijo, y la palabra que da testimonio de Él, no puede admitir réplica. Porque no es una añadidura falsa a los dogmas divinos: oráculo de los cielos salido de los labios humanos, eleva a su dichoso intérprete por encima de la carne y de la sangre. Como Cristo, de quien le alcanza ser Vicario, esa palabra tendrá como única misión ser aquí abajo un eco fiel del cielo, dando a los hombres lo que recibe; la palabra del Padre. Es todo el misterio de la Iglesia, de la tierra y de la del cielo, y contra ella nunca prevalecerá el infierno.

 

Continúan los ritos del Sacrificio. Mientras los ecos de la Basílica repiten las palabras del Credo que predicaron los Apóstoles y que se apoya en Pedro, la Iglesia se ha levantado para llevar sus ofrendas al altar. A la vista de este largo desfilar de pueblos y de sus reyes que se suceden durante los siglos, ofreciendo sus dones y rindiendo homenaje al pescador crucificado, el coro canta con nueva melodía el versículo del Salmo que, en el Gradual, ha ensalzado la supereminencia de este principado creado por Cristo en favor de los mensajeros de su amor.