miércoles, 26 de abril de 2017

“ALIANZA”. Reflexión diaria acerca de la Palabra de Dios.



“ALIANZA”. Reflexión diaria acerca de la Palabra de Dios.
Continuamos nuestro acercamiento a la Sagrada Escritura con la meditación acerca de ciertos conceptos que nos ayudarán a comprender mejor lo que Dios quiere decirnos.
Comenzamos con el término Alianza, en hebreo berit y que se traducirá en latín como Testamento. (De ahí la terminología de Antiguo Testamento y Nuevo Testamento).
Alianza es el pacto entre dos personas, de igual categoría o no, donde se establece unos derechos y unos deberes. Dios se sirve de ese realidad humana para referir su relación con su pueblo partiendo de su iniciativa: «Vosotros sois mi pueblo y yo soy vuestro Dios».
A lo largo de la Escritura tenemos varios momentos de alianza:
1.- La creación. Dios entrega al hombre toda la creación con la única condición de no comer del árbol que está en el centro del jardín.
2.- La alianza con Noe, cuyo signo es arco iris, y la condición divina es el mandamiento de no matar.
3.- Dios establece también una alianza con Abrahám, prometiendo descendencia y una tierra, cuyo signo será la circuncisión.
4.- La gran alianza es la que Dios realiza a través de Moisés con el pueblo de Israel al salir de Egipto. Los mandamientos son el código de deberes. La promesa es la bendición divina. El signo es la aspersión de la sangre.
Ante el deseo de Dios, el pueblo responde con la infidelidad y el pecado.
Dios sufrela infidelidad y el castigo que le inflige es en búsqueda de su conversión.
Los profetas llamarán a la fidelidad y anuncian una nueva alianza, donde solamente él se compromete porque el pueblo parece que siempre irremidiablemente será infiel. Esta alianza se sellará en el corazón nuevo y el espíritu nuevo y no en las prácticas exteriores, siendo también una alianza personal y comunitaria al mismo tiempo.
Todo ello, es imagen y preparación de la nueva y definitiva alianza que se realiza en Jesús. El es el mediador y el que se compromete hasta el extremo dando su vida por nosotros. Es su sangre la que nos purifica y las que nos comunica la vida. Esta nueva alianza se basa en el amor. La nueva alianza será renovada cada día al celebrar la santa misa donde la sangre de la nueva alianza se nos entrega como bebida de salvación por la que nos unimos a Jesús y en él al Padre.
Para nuestra vida de fe, Dios quiere hacer alianza con nosotros. Quiere ser nuestro. Nos ha dado todo y nos exige más que nuestro amor. De nosotros espera la fidelidad, porque él siempre lo és, y cuando somos infieles el ha dejado los sacramentos para renovar la alianza.