Santo Rosario.
Por la señal...
Señor
mío Jesucristo…
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración
de Jesús en el Huerto
“Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero
no se haga mi voluntad, sino la tuya.”
Jesús
acepta entregar su propia vida por el rescate de los hombres de la esclavitud
del demonio y del pecado.
Venid, adoremos
a nuestro Rey, y démosle gracias por que ha expiado con su muerte nuestras
culpas.
2. La
flagelación de Jesús atado a la columna.
“Tú lo dices .Yo soy Rey. Yo para esto he nacido y
para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad; todo aquél que
pertenece a la verdad escucha mi voz.”
El
Reino de Cristo se asienta en la Verdad: verdad sobre el misterio de Dios,
verdad sobre el hombre, verdad sobre el mundo. La mentira, el mal y el pecado
no lo soportan.
Pidamos la
fuerza de defender siempre a Cristo Rey, aunque tengamos que sufrir los ataques
de los hijos de la mentira y de las tinieblas.
3. La
coronación de espinas
“Lo soldados se arrodillaban ante El y se burlaban
diciendo: Salve, Rey de los judíos».”
Es
fácil ridiculizar el bien y burlarse de los buenos, de los que son más débiles,
de los que no se muestran iracundos y autoritarios. El mismo Rey de Reyes y
Señor de Señores permitió pasar por ello.
Si se ríen de
nosotros, busquemos la fuerza en Cristo: todo ello nos servirá para nuestra
salvación y la salvación del mundo.
4. Nuestro
Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“Tomaron, pues, a Jesús, y El con la cruz a cuestas
salió hacia el lugar
llamado de la Calavera, en hebreo Gólgota.”
El Señor se hace siervo, el Rey se hace esclavo, el
Juez es cargado con la cruz -el instrumento del suplicio.- Y todo ello, para librarnos a nosotros de la
condenación eterna.
Pidamos por todos
aquellos que son acusados injustamente, avivemos nuestra esperanza en que Dios
es un juez justo.
5. La
crucifixión y muerte del Señor
“Encima de la cabeza de Jesús, colocaron un
letrero, que anunciaba el cargo en su contra. Decía: «Éste es Jesús, el Rey de
los judíos».”
“A ese, no a Barrabás” –gritaron las turbas de los
judíos cuando Pilatos quería liberar a Jesús. Grito que se renueva cuando se
rechaza el reinado de Cristo: Cristo fuera de la vida pública, de las escuelas,
de la sociedad, de las familias, de la propia vida…
Hagamos una acto
de amor a tan dulce Rey y reparemos con ello tantos desprecios, indiferencias,
odios, ultrajes y profanaciones.