Comentario
al Evangelio
XXII DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria del Rito Romano
Forma Extraordinaria del Rito Romano
No
había dinero suficiente para redimir al hombre y al Verbo se hizo moneda de oro
que nos pagara. Fue acuñada en la cruz. Decidme ¡oh Virgen!: Cuius est Imago
haec, et super scriptio?, ¿de quién es esa imagen y esa inscripción?-(Mt.
22,20).- Pero ¿no la conocéis? –No; no existe en él belleza ni figura (Is.
53,2). –Leed: Jesús Nazareno, rey de los judíos (Io. 19,19). Aparece a nuestros
ojos el hueso de mis huesos y carne de mi carne, pero lleva oculto el cuño, la
figura del Cesar, de Dios Padre, cuyo Hijo es.
También
tú, hombre, llevas la figura de Dios, a cuya imagen y semejanza fuiste creado.
Como la Esposa de los Cantares (1,7), desconoces la belleza y corres por
caminos baldíos y tras animales indignos de ti, por las cosas exteriores,
vacías, y vanas, tras los sentidos.
Y
todo, ¿por qué? Porque te desconoces. Escuchadme, hombres peregrinos de aquí
abajo, navegantes del siglo en barcos de barro, no miréis vuestro exterior y
apariencia, sino lo que lleváis escondido dentro. ¿De quién es esa figura e
inscripción?
Mi
sermón se endereza a enseñaros lo noble de vuestro ser, para que os avergoncéis
de vuestras obras.
Transcripto por Dña. Ana
María Galvez