sábado, 1 de octubre de 2022

ABRACEMOS LAS PLANTAS DE MARÍA. San Bernardo


Sermón de San Bernardo, Abad.

Libro 1, cap. 18.

Abracemos las plantas de María, hermanos míos, y postrémonos con devotísimas preces ante aquellos pies bienaventurados. Retengámosla y no la dejemos partir hasta que nos bendiga, porque es poderosa. Ciertamente, el vellocino colocado entre el rocío y la era y la mujer colocada entre el sol y la luna, nos muestran a María situada entre Cristo y la Iglesia. Pero acaso no os admira tanto el vellocino empapado en rocío, como la mujer vestida del sol: porque si bien es grande la conexión entre la mujer y el sol que la reviste, todavía resulta más sorprendente la adherencia que hay entre ambos. Porque, ¿cómo en medio de aquel ardor tan vehemente pudo subsistir una naturaleza tan frágil? Justo te admiras, Moisés santo, y deseas ver más de cerca esta maravilla; mas, para conseguirlo debes descalzarte y despojarte de toda clase de pensamientos carnales.