SON PRIMEROS LOS QUE ERAN LOS ÚLTIMOS. San Agustín
II domingo de Cuaresma
Lecciones del II nocturno de maitines
Del Libro de San Agustín, Obispo, contra la mentira.
Cap. 10, tomo 4, después del principio.
Aquello que hizo Jacob movido por su madre, para engañar, al parecer, a su padre, si se considera debida y diligentemente, no fue una mentira sino un misterio. Si a aquello llamamos mentira, por el mismo motivo también todas las parábolas y figuras de que nos servimos para significar alguna cosa, las cuales no se han de tomar en sentido propio sino en sentido figurado, se deberían tener por mentiras, lo que ciertamente es muy falso. Ya que el que esto piense, podría dar el mismo nombre a los tropos y a muchas maneras de hablar, de tal suerte que la misma metáfora, esto es, la aplicación de una expresión propia a una significación no propia, podría por el mismo motivo llamarse también mentira.
Las palabras expresan lo que dan a entender; pueden a veces tomarse por mentiras porque no entendiéndolas en su verdadero significado se cree que anuncian cosas falsas. Para que esto se entienda mejor por medio de ejemplos, examinemos la acción misma de Jacob. No hay duda de que cubrió sus miembros con pieles de cabrito. Si inquirimos la causa próxima, tendremos esto por mentira, pues hizo esto para aparecer lo que no era. Mas si lo referimos a aquello para cuya significación fue en verdad hecho, hallaremos que por las pieles de cabrito son significados los pecados, y por aquel que se cubrió con ellas, se designa no el que llevó los propios pecados, sino los ajenos.
Tomada, pues, esta acción en su verdadero significado, de ningún modo se puede llamar mentira. Y lo que decimos de la acción podemos decirlo de las palabras. En efecto, cuando Isaac pregunta a Jacob: ¿Quién eres tú, hijo? Él respondió: Yo soy Esaú tu primogénito. Si esto se aplica a aquellos dos hermanos gemelos, parecerá mentira; mas si se aplica a aquello para cuya significación estas cosas fueron dichas y realizadas, debemos reconocer aquí, presente en su cuerpo, que es la Iglesia, a aquél que dijo, aludiendo a esta historia: Cuando viereis a Abrahán e Isaac y Jacob y a todos los Profetas en el reino de Dios, y que a vosotros se os arroja fuera, vendrán de Oriente y Occidente, del Aquilón y del Austro, y se sentarán en el reino de Dios. Y: He aquí que son los últimos los que eran los primeros, y son primeros los que eran los últimos. Obrando así, el hermano menor quitó la primogenitura al mayor, y se apropió los derechos de su hermano.