sábado, 19 de marzo de 2022

DÍA 20. VISITA DIARIA A SAN JOSÉ. San Alfonso María de Ligorio

DÍA 20. VISITA DIARIA A SAN JOSÉ.  San Alfonso María de Ligorio

 

ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS

 

Al comenzar:

 

Visita diaria a san José en el mes de marzo.

 

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, (breve silencio)

pidiendo el auxilio de la Virgen María (breve silencio)

y del Ángel Custodio, (breve silencio)

invoquemos al Glorioso San José:

 

Oración a san José

Acordaos, purísimo Esposo

de la Santísima Virgen María,

dulce protector mío San José,

que jamás se ha oído decir que ninguno

de los que han acudido a vuestra protección

y reclamando vuestro auxilio,

haya quedado sin consuelo.

Con esta confianza vengo a vuestra presencia

y me encomiendo fervorosamente a Vos.

No despreciéis mi súplica,

¡Oh Padre adoptivo del Redentor!,

antes bien, acogedla benignamente. Amén

Indulgencia de 500 días

DÍA 20. VISITA AL PATRIARCA SAN JOSÉ

(Esta visita no aparece escrita por San Alfonso María.)

Enseña el Papa León XIII: “San José, de sangre real, unido en matrimonio a la más grande y santa de las mujeres y considerado el padre de Dios, pasó su vida trabajando y ganó con las fatigas del artesano el necesario sustento para su familia. Es, entonces, cierto que la condición de los más humildes no tiene nada en sí de vergonzoso y el trabajo del obrero no solo no es deshonroso, sino que, si lleva unida a sí la virtud, puede ser singularmente ennoblecido.” (breve silencio)

***

Oración del trabajador a san José por San Pío X

Glorioso San José, modelo de todos aquellos que se dedican al trabajo, obtenedme la gracia de trabajar con espíritu de penitencia para la expiación de mis numerosos pecados; de trabajar en conciencia, poniendo el culto del deber por encima de mis inclinaciones; de trabajar con reconocimiento y alegría, considerando un honor el emplear y desarrollar por el trabajo los dones recibidos de Dios; de trabajar con orden, paz, moderación y paciencia, sin retroceder jamás ante la pereza y las dificultades; de trabajar sobre todo con pureza de intención y desprendimiento de mí mismo, teniendo sin cesar ante mis ojos la muerte y la cuenta que deberé rendir del tiempo perdido, de los talentos inutilizados, del bien omitido y de las vanas complacencias en el éxito, tan funestas para la obra de Dios.

***

Repite durante este día, muchas veces, la siguiente jaculatoria con la que concluye su oración san Pío X:

Todo por Jesús, todo por María,

todo a imitación vuestra ¡oh Patriarca San José!

Tal será mi divisa en la vida y en la muerte. Así sea.

 

 

Para finalizar:

LETANÍAS A SAN JOSÉ

Indulgencia de 5 años, cada vez que se recitan. Indulgencia plenaria si diariamente se recitan devotamente durante un mes. Pio XI, 25 de marzo de 1935

Señor, ten misericordia de nosotros

Cristo, ten misericordia de nosotros.

Señor, ten misericordia de nosotros.

 

Cristo óyenos.

Cristo escúchanos.

 

Dios Padre celestial,

ten misericordia de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo.

Dios Espíritu Santo.

Santa Trinidad, un solo Dios.

 

Santa María,

ruega por nosotros.

San José,

ruega por nosotros.

Ilustre descendiente de David.

Luz de los Patriarcas.

Esposo de la Madre de Dios.

Casto guardián de la Virgen.

Padre nutricio del Hijo de Dios.

Celoso defensor de Cristo.

Jefe de la Sagrada Familia.

José, justísimo.

José, castísimo.

José, prudentísimo.

José, valentísimo.

José, fidelísimo.

Espejo de paciencia.

Amante de la pobreza.

Modelo de trabajadores.

Gloria de la vida doméstica.

Custodio de Vírgenes.

Sostén de las familias.

Consuelo de los desgraciados.

Esperanza de los enfermos.

Patrón de los moribundos.

Terror de los demonios.

Protector de la Santa Iglesia.

 

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:

perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:

escúchanos, Señor,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:

ten misericordia de nosotros.

 

V.- Le estableció señor de su casa.

R.- Y jefe de toda su hacienda.

 

Oremos: Oh Dios, que en tu inefable providencia, te dignaste elegir a San José por Esposo de tu Santísima Madre: concédenos, te rogamos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo al que veneramos como protector en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.