IV
DOMINGO DE PASCUA
Forma
Extraordinaria del Rito Romano
Ahora
me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde
vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el
corazón. Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si
no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo
enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una
justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de
una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el
príncipe de este mundo está condenado.
Muchas cosas me quedan por
deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el
Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta
propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Jn
16,5-14COMENTARIOS AL EVANGELIO
Homilía de maitines ERAN CONSOLADOS CON SU PRESENCIA. San Agustín
LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO. Santo Tomás de Villanueva
LA REVELACIÓN DE LA VERDAD. Santa Teresa de Jesús
BENEFICIOS DE LAS PENAS INTERIORES Y EXTERIORES. San Juan Bautista de la Salle
Benedicto XVI - LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO