Santo Rosario.
Por la señal...
Monición inicial: Celebramos hoy a San Atanasio, obispo
de Alejandría, confesor, Doctor de la Iglesia, celebérrimo en santidad y
doctrina, en cuya persecución se conjuró casi todo el mundo, defendió
victoriosamente la fe católica desde el tiempo de Constantino hasta Valente,
contra emperadores, gobernantes e innumerables obispos arrianos, acosado por
los cuales insidiosamente, anduvo prófugo de una a otra región, hasta no
quedarle en la tierra lugar donde ocultarse. Confesando
la misma fe que San Atanasio en la verdadera divinidad y humanidad de
Jesucristo, acudimos a María, Madre de Dios para que nos conceda siempre
perseverar en la fe de los apóstoles.
En este primer sábado de mes,
ofrecemos este rosario en reparación al Corazón Inmaculado de María
respondiendo así a su llamamiento en la ciudad de Pontevedra por medio de Sor
Lucía, vidente de Fátima: "Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas
que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú,
al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en
el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y
me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con
el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las
gracias necesarias para su salvación".
Señor mío Jesucristo...
MISTERIOS
GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios
en las entrañas purísimas de la Virgen María.
(El Verbo) se hizo hombre, no vino a
un hombre. Esto es preciso saberlo, no sea que los herejes se agarren a esto y
engañen a algunos, llegando a creer que así como en los tiempos antiguos el
Verbo venia a los diversos santos, así también ahora ha puesto su morada en un
hombre y lo ha santificado, apareciéndose como en el caso de aquellos. Si así
fuera, es decir si sólo se manifestara en un puro hombre, no habría nada
paradójico para que los que le veían se extrañaran y dijeran: «¿De dónde es
éste?» (Mc 4, 41) y: «Porque, siendo hombre, te haces Dios» (Jn 10, 33). Porque
ya estaban acostumbrados a oir: El Verbo de Dios vino a tal o cual profeta.
Pero ahora, el Verbo de Dios, por el que hizo todas las cosas, consintió en
hacerse Hijo del hombre, y se humilló, tomando forma de esclavo.
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OFREZCAMOS este misterio en
reparación por las blasfemias y ultrajes que se comenten contra la Inmaculada
Concepción de María.
2.-La Visitación de Nuestra Señora a
su prima santa Isabel.
Dios es bueno: mejor dicho, es la
misma fuente de la bondad. Ahora bien, siendo bueno, no puede escatimar nada a
nadie. Por esto no escatimó la existencia de nada, sino que a todas las cosas
las hizo de la nada por medio de su propia Palabra, nuestro Señor Jesucristo.”
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OFREZCAMOS este misterio en reparación por las blasfemias y
ultrajes que se comenten con la Virginidad perpetua de la Nuestra Señora.
3.-El nacimiento del Niño Dios en el
portal de Belén
“el que era Dios desde toda la
eternidad y santificaba a aquellos a quienes visitaba, ordenando según la
voluntad del Padre todas las cosas, más adelante se hizo hombre por nosotros;
y, como dice el Apóstol, hizo que la divinidad habitase en la carne de manera
corporal (cf. Col 2, 9); lo cual equivale a decir que, siendo Dios, tuvo un cuerpo
propio que utilizaba como instrumento suyo, haciéndose así hombre por nosotros.
Por esto se dice de él lo que es propio de la carne, puesto que existía en
ella, como, por ejemplo, que padecía hambre, sed, dolor, cansancio, etc., que
son afecciones de la carne. Por otra parte, las obras propias del Verbo, como
el resucitar a los muertos, dar vista a los ciegos, curar a la hemorroisa, las
hacia él mismo por medio de su propio cuerpo. El Verbo soportaba las
debilidades de la.carne como propias, puesto que suya era la carne; la carne,
en cambio, cooperaba a las obras de la divinidad, pues se hacían en la carne....”
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OFREZCAMOS este misterio en reparación por las blasfemias y
ultrajes que se comenten contra la maternidad divina de María, rechazando al
mismo tiempo recibirla como madre de los hombres.
4.-La purificación de Nuestra Señora
y presentación del Niño Jesús en el templo
"No hemos de llevar vestidos sucios
sobre nuestras conciencias, sino que nos hemos de adornar con vestidos
abolutamente limpios para este día de nuestro Señor Jesús, a fin de poder
realmente estar en la fiesta con él. Nos vestimos así cuando amamos la virtud y
aborrecemos el vicio; cuando guardamos la castidad y evitamos la lujuria;
cuando preferimos la justicia a la iniquidad; cuando nos contentamos con las
cosas necesarias y nos entregamos más bien a fortalecer nuestra alma; cuando no
nos olvidamos de los pobres, sino que estamos determinados a que nuestras
puertas estén abiertas para cualquiera; cuando nos esforzamos por humillar
nuestro ánimo y detestar la soberbia....
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OFREZCAMOS este misterio en reparación por aquellos que infunden
en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen Inmaculada.
5.- El niño Jesús perdido y hallado
en el templo
Nuestra culpa fue la causa de que
bajara el Verbo y nuestra transgresión daba voces llamando a su bondad, hasta
que logró hacerlo venir a nosotros y que el Señor se manifestara entre los
hombres. Nosotros fuimos la ocasión de su encarnación y por nuestra salvación
amó a los hombres hasta tal punto que nació y se manifestó en un cuerpo humano.
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OFREZCAMOS este misterio en reparación por aquellos ultrajan,
desprecian y maltratan las imágenes y representaciones de la Virgen Santísima.