Purísimo
Padre San Pío de Pietrelcina, Tú que has querido mucho a tus hijos
espirituales. Muchos de tus hijos han sido comprados por ti con el precio de tu
sangre. También nos concedes a los que no te hemos conocido personalmente, de
considerarnos como tus hijos espirituales. Con tu paternal protección, con tu
santa guía y con la fortaleza que conseguirás para nosotros de Dios, podremos,
en el momento de la muerte, encontrarte en las puertas del Paraíso, en espera
de nuestra llegada.
PENSAMIENTO DEL P. PÍO.
"Si me fuera posible,
querría conseguir de Dios solamente una cosa; “si me dijera: "Vas al
Paraíso" querría conseguir esta gracia: "Señor, no me dejéis ir al
Paraíso hasta que el ultimo de mis hijos; la última de las personas que me han
sido confiadas, haya entrado antes que Yo."