domingo, 5 de marzo de 2023

17ª VISITA EN HONOR DE LA VENERACIÓN DE SAN JOSÉ HACIA LOS MINISTROS SAGRADOS

17ª VISITA

EN HONOR DE LA VENERACIÓN DE SAN JOSÉ HACIA LOS MINISTROS SAGRADOS

 

ORACIÓN PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS

 

Visita diaria a san José,

compuesta por San José Manyanet,

apóstol de la Sagrada Familia

 

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, (breve silencio)

pidiendo el auxilio de la Virgen María (breve silencio)

y del Ángel Custodio, (breve silencio)

acudamos a la presencia del Glorioso San José y supliquemos:

 

INVOCACIONES A SAN JOSE

San José, nos acercamos a ti con confianza, eres nuestro padre y a ti nos consagramos para que nos enseñes a amar a Jesús y a María y agradar a Dios en todas las cosas. Al igual que santa Teresa, te tenemos por modelo de vida interior, para que seas nuestro “maestro” en el conocimiento de Dios “y no erremos en el camino” de llegar a él.

Glorioso Patriarca san José, sé nuestro maestro y enséñanos el camino de la oración.

Te pedimos que contigo adoremos a la Santísima Trinidad, y ahora y en la eternidad digamos:

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio ahora y siempre

por los siglos de los siglos. Amén.

 

San José, nos acercamos a ti guiados por el ejemplo de santa Teresa de Jesús que experimentó como la socorriste en “todas las necesidades”. Con confianza filial acudimos a tu intercesión porque “quiere el Señor darnos a entender que así como él te fue sujeto en la tierra, así en el Cielo hace cuánto le pides.”

Glorioso Patriarca san José, líbranos de los peligros, así de cuerpo como del alma.

Te pedimos que contigo adoremos a la  Santísima Trinidad, y ahora y en la eternidad digamos:

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio ahora y siempre

por los siglos de los siglos. Amén.

 

San José, nos acercamos a ti con deseo de teneros “verdadera devoción”, prestándoos “particulares servicios” de amor y veneración,  “pues ayudas mucho a las almas que a ti se encomiendan”.

Glorioso Patriarca san José, haznos más aprovechados en la virtud.

Te pedimos que contigo adoremos a la Santísima Trinidad, y ahora y en la eternidad digamos:

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio ahora y siempre

por los siglos de los siglos. Amén.

 

17ª VISITA

EN HONOR DE LA VENERACIÓN DE SAN JOSÉ HACIA LOS MINISTROS SAGRADOS

 

Dice santo Tomás, que así como en la virtud de la religión, por la que damos culto a Dios, va implícita en cierto grado la piedad por la que se honra a los padres, así se incluye también en la piedad la observancia, por la cual se respeta y honra a las personas constituidas en dignidad, principalmente a los ministros sagrados.

De ahí la necesidad de que en la persona constituida en dignidad se considere: primero, la excelencia de su estado, acompañada de cierto poder sobre los súbditos; y segundo, su oficio de gobernante. Por razón, pues, de su excelencia se les debe honor, que es un cierto reconocimiento de la excelencia de una persona. Y por su oficio se les debe culto, el cual consiste en una cierta sumisión que uno pone de manifiesto al obedecer sus órdenes y al corresponder, según sus posibilidades, a los beneficios que de ellos recibe.

 

San José, el más dichoso y favorecido hijo de David, padre adoptivo de Jesús y digno esposo de María, jefe de la casa de Nazareth y señor de toda su herencia, amado Patrón mío; confiadamente a Vos me llego, que sois todo bondad y ternura, para que os dignéis interceder con vuestro Jesús mi Dios y con María mi dulce madre, a fin de que acepten benignamente mis visitas y despachen favorablemente mis súplicas;  y Vos, Padre mío, por vuestro profundo respeto con que siempre venerasteis y reverenciasteis a los ministros de Dios y por la singular veneración a todas las ceremonias y cosas del templo santo, haciéndoos por ello tan grato a la soberana Majestad, que merecisteis ser su mayordomo y muy favorecido, asistido y honrado de los Ángeles, recibiendo de ellos consuelo en vuestras angustias, luz en vuestras perplejidades y alivio en vuestras fatigas, y esto fue en tal alto grado, que se os dio el servir Vos mismo de ángel a Jesús y a María; os ruego de todas veras que, mirando yo en la persona de los sacerdotes singularmente y en todo otro superior la imagen y representación viva de Dios, preste respeto a sus personas y palabras, no menos que la debida reverencia a las sagradas ceremonias y a todo cuanto esté consagrado al ornato y culto del templo santo, agradando así al Santo de los santos para recibir después el premio eterno. Amén.

Jaculatoria para este día.—Padre mío, San José, alcanzadme gran celo por las cosas santas y profunda veneración por las personas sagradas.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS

 

Pida cada uno la gracia que desea alcanzar por la intercesión de san José. (breve silencio)

 

Oh castísimo esposo de María, glorioso San José, acordaos de vuestra dignidad y del poder que os ha dado el Padre celestial para favorecer a todos los que de veras os invocan y despachar favorablemente todas sus peticiones. Bien sé que así lo hacéis, Padre mío, y me consta que nunca se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Vos haya quedado sin consuelo. Así, pues, animado con esta confianza y sin temor de que sea yo el único que no experimentase vuestro patrocinio, postrado a vuestra presencia, me recomiendo a vuestra bondad, y os suplico os dignéis acogerlas favorablemente, y me socorráis ahora en vida y me recibáis en la hora de mi muerte. Amén.

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártelo con tus familiares y amigos.

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.