sábado, 6 de diciembre de 2025

JUAN BAUTISTA ENVÍA SUS DISCÍPULOS A CRISTO #adviento #meditacion

II domingo de Adviento.

Cómo San Juan Bautista, estando en cadenas, envió sus discípulos a Cristo. (Mt. 11.)

 

MEDITACIONES DIARIAS

DE LOS MISTERIOS

DE NUESTRA SANTA FE,

por el P. Alonso de Andrade,

DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS.

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Señor mío y Dios mío: creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes. Te adoro con profunda reverencia. Te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía Inmaculada, San José, mi padre y señor, Ángel de mi guarda: interceded por mí.

 

MEDITACIÓN

II domingo de Adviento.

Cómo San Juan Bautista, estando en cadenas, envió sus discípulos a Cristo. (Mt. 11.)

 

PUNTO PRIMERO. Considera cómo San Juan, siendo tan amado de Dios por la grandeza de sus virtudes, estaba en cadenas preso y aherrojado, y desamparado del mundo, porque es condición de Dios partir su Cruz con sus escogidos, y darles trabajos en esta vida para aumento de su corona en la otra. Contempla la paciencia que tiene San Juan en sus cadenas, y cómo no descuida de sus obligaciones, antes descuidando de sí, pone todo su cuidado en el bien de sus hijos y en el mayor servicio de Dios. Aprende a no desmayar en los trabajos, sino tenerlos por grandes consolaciones y mercedes de Dios, y a valerte de ellos para avivar en su servicio y en el cumplimiento de sus obligaciones.

PUNTO II. Considera cómo San Juan desde la cárcel envió sus discípulos a Cristo a preguntarle si era el Mesías que esperaban, no porque lo ignorase, pues le había confesado públicamente por el Cordero Inmaculado de Dios que quita los pecados del mundo, sino para certificarlos a ellos y a todo el pueblo, que lo había de oír con esta ocasión, de que era el verdadero Mesías, y para darles buen Padre y buen Maestro, hallándose ya cercano a la salida de este mundo. Saca de aquí afectos y deseos de dar a conocer al mundo la dignidad y santidad de Cristo, y de traer a todos los hombres a su santo servicio y en especial a aquellos que están más a tu cargo, dejando las emulaciones que suele haber entre los maestros y discípulos, procurando siempre la honra de los otros, como procuró San Juan Bautista la de Cristo.

PUNTO III. Considera la respuesta que les dio el Salvador, mas con obras que palabras, sanando en su presencia a muchos enfermos, sordos, cojos, ciegos y leprosos, y diciéndoles que dijesen a San Juan lo que habían visto y oído: de que has de sacar el modo cómo has de volver por la verdad y por ti mismo, cuando hubiere varias opiniones de tu vida más con obras que palabras, que las obras dan mayor voz y son mas abonados testigos : mete la mano en tu pecho, y considera cuáles son tus obras, y qué testimonio dan de ti, y pídele gracia al Señor para enmendar tu vida, y vivir de manera que merezcas ser tenido por discípulo suyo.

PUNTO IV. Considera lo que dice el evangelista San Mateo, que en volviendo los discípulos de San Juan las espaldas para llevar la respuesta a su Maestro, empezó Cristo a decir muchas alabanzas de San Juan como otros suelen emplearse en murmurar de los que vuelven las espaldas; y Cristo dijo de él, que era ángel y profeta, y más que profeta, por las virtudes angélicas que adornaban su alma. Aprende de aquí lo primero a decir bien de tus prójimos en presencia y ausencia, y pídele a Dios gracia para no decir mal de nadie; y lo segundo, saca grande estimación de San Juan, viendo la que tuvo de él Cristo, predicando al pueblo su santidad: mira cómo paga Cristo los servicios que le hacen, pues por el que San Juan le hizo enviándole sus discípulos, le retornó en esta vida tales loores y alabanzas y con ellas tal honra, cual ninguno la alcanzó jamás, y después colmadísimos premios en la vida eterna.

 

 

ORACIÓN PARA TERMINAR TODOS LOS DÍAS

Te doy gracias, Dios mío, por los buenos propósitos, afectos e ins­pi­ra­ciones que me has comunicado en esta meditación. Te pido ayuda para ponerlos por obra. Madre mía Inmaculada, San José, mi padre y señor, Ángel de mi guarda: interceded por mí.

 

Ofrecimiento diario de obras

Ven Espíritu Santo

inflama nuestros corazones

en las ansias redentoras del Corazón de Cristo

para que ofrezcamos de veras

nuestras personas y obras

en unión con Él

por la redención del mundo

 

Señor mío y Dios mío Jesucristo

Por el Corazón Inmaculado de María

me consagro a tu Corazón

y me ofrezco contigo al Padre

en tu Santo Sacrificio del altar

con mi oración y mi trabajo

sufrimientos y alegrías de hoy

en reparación de nuestros pecados

y para que venga a nosotros tu Reino.

Te pido en especial

Por el Papa y sus intenciones,

Por nuestro Obispo y sus intenciones,

Por nuestro Párroco y sus intenciones.