XVII DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En aquel tiempo los fariseos se acercaron a Jesús
y uno de ellos le preguntó, para ponerlo a prueba: Maestro, ¿cuál es el
mandamiento principal de la Ley? Él le dijo: "Amarás al Señor tu Dios con
todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser. "Este mandamiento es
el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo
como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los
profetas. Y mientras; estaban reunidos los fariseos, Jesús les preguntó: ¿Qué
pensáis del Mesías? ¿De quién es hijo? Ellos contestaron: De David. El replicó:
Pues, ¿cómo David, inspirado, le da el título de Señor, cuando dice: "Dijo
el Señor a mi Señor: siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos un escabel
para tus pies”? Pues entonces, si David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo
suyo? Ninguno pudo responderle una palabra. Y desde aquel día nadie se atrevió
a hacerle más preguntas.
Mt 22, 34-46