Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Hoy y en los próximos días
la Iglesia nos invita con sus fiestas litúrgicas a celebrar la verdad de fe
sobre los ángeles: espíritus purísimos que no tienen cuerpo creados por Dios
para servirle y ayudar a los hombres en el camino del bien. Ellos han estado
presentes en la historia de la salvación, en la vida de nuestro Señor y de su
Madre, la Virgen, y también acompañan a la Iglesia en su peregrinación.
Pidiendo su protección, meditamos los misterios gozosos.
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
En
el Bautismo del Señor se manifiesta el misterio de la Trinidad. Unidos a los ángeles
también nosotros cantemos: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios de los Ejércitos.
Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros.
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
La
Virgen intercede por los novios ante su Hijo. Los ángeles son intercesores
nuestros ante Dios. Acudamos a ellos con verdadera confianza.
Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros.
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
En
nuestro camino de conversión a Dios, contamos con la ayuda de nuestros ángeles.
Que ellos nos ayuden en la lucha contra los enemigos de nuestra salvación: el
demonio, el mundo y la carne.
Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros.
4.-La Transfiguración del Señor
Ver
a Dios cara a cara –como lo contemplan los ángeles- es el anhelo profundo que
Dios ha puesto en el corazón del hombre. Solos los limpios de corazón podrán
ver a Dios. Pidamos ser puros como ellos.
Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros.
5.- La institución de la Eucaristía
Dice
San Juan Crisóstomo: “En la Santa Misa los Ángeles rodean al sacerdote. Todo el
santuario y el espacio que circunda al altar están ocupados por las potencias
celestes para honrar al que está presente en el altar.” “En la Santa Misa los
Ángeles, llenos de temor, adoran, glorifican, entonan continuamente los
misteriosos himnos de alabanza.” Imitemos su adoración, su piedad, su espíritu
de oración y alabanza.
Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros.