martes, 13 de marzo de 2018

EL ROSARIO DE HOY CON SAN LEANDRO DE SEVILLA





Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Se celebra hoy en algunos lugares la fiesta de san Leandro, obispo, hermano de los santos Isidoro, Fulgencio y Florentina, que con su predicación y diligencia convirtió, contando con la ayuda de su rey Recaredo, a los visigodos de la herejía arriana a la fe católica (c. 600).
Celebramos el aniversario de la elección de S.S. Francisco. Un día de gozo para la Iglesia Universal que ha de servirnos para renovar nuestra adhesión y obediencia al Vicario de Cristo y ofrecer nuestras oraciones y sacrificios por su persona e intenciones.
Con algunos pensamientos de la Regla de la Vida Monástica  de San Leandro dirigida a su hermana, meditamos el rosario de hoy.
Señor mío Jesucristo...  
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración de Jesús en el Huerto
“Si rechazares de tus ojos esas imágenes que seducen el corazón, si te retirares a tu celda en compañía de tus pensamientos, si te apartares del ruido y tumulto del mundo, en el silencio y esperanza estribará tu fortaleza; y hasta diré que atraerás a Cristo a tu corazón, que descansará en tu cámara y gozará de tus abrazos.”
2. La flagelación de Jesús atado a la columna.
“Trata de ser humilde según el modelo de tu esposo, que, siendo igual al Padre, se humilló hasta la muerte como nosotros, tomando cuerpo humano. El que ninguna deuda tenía con la muerte, se abatió hasta la muerte, acomodándose a la condición de los mortales; ¡oh ejemplos de infinita humildad!”
3. La coronación de espinas
“Paga la deuda de amor a las que te muestren amor, de modo que ames con mayor afecto que eres amada. En cambio, no debes odiar a las que te quieren mal, sino al contrario, devuelve bien por mal, y recompensa con amor la malquerencia, para vencer el mal con bien.”
4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
Sigue, por tanto, las huellas que marcó de antemano tu esposo y con paso incansable ve tras el capitán celestial, para que no te rechace de su compañía en el reino de los cielos por no parecerte a Él en tus obras.
5. La crucifixión y muerte del Señor
Dios verdadero, se hizo hombre verdadero; Dios fuerte, fue abofeteado; el Altísimo fue colgado de la cruz; y de tal manera sufrió estas injurias por nuestra salvación, que no volvió maldición por maldición ni se indigno con los ingratos, antes bien rogó por los que le crucificaban en el mismo acto de la crucifixión con estas palabras: ¡Padre, perdónalos, porque no saben qué hacen!