Capítulo 3.1
ENSEÑANZA VERDADERA.
CONSEJOS ÚTILES PARA LA VIDA ESPIRITUAL
Libro primero De la imitación de Cristo
ORACIONES PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS:
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y hagamos un acto de fe, esperanza y caridad:
ACTO DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD
Creo en Dios Padre; Creo en Dios Hijo; Creo en Dios Espíritu Santo; Creo en la Santísima Trinidad; Creo en mi Señor Jesucristo, Dios y hombre verdadero.
Espero en Dios Padre; Espero en Dios Hijo; Espero en Dios Espíritu Santo; Espero en la Santísima Trinidad; Espero en mi Señor Jesucristo, Dios y hombre verdadero.
Amo a Dios Padre; Amo a Dios Hijo; Amo a Dios Espíritu Santo; Amo a la Santísima Trinidad; Amo a mi Señor Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Amo a María santísima, madre de Dios y madre nuestra y amo a mi prójimo como a mí mismo.
Amo a San José, a los ángeles y a mis hermanos los santos, particularmente a mis santos patrones y protectores. Amo a los que me aman, mis familiares y amigos, amo a los que me odian y a los que les soy molesto o indiferente. Amo a los que he hecho mal o he inducido a pecar. Pido para ellos y para mí, las gracias necesarias para la salvación. Amén.
apítulo 3
ENSEÑANZA VERDADERA. Primera parte
1. Feliz al que la Verdad le enseña directamente no por medio de imágenes o voces pasajeras sino tal como es. Nuestras percepciones y opiniones fallan con frecuencia y nos orientan mal. ¿De qué aprovecha cavilar tanto sobre asuntos ocultos y oscuros de cuyo conocimiento nadie nos acusará en el día del Juicio? ¡Qué ignorancia tan grande desconocer lo que es útil y necesario prestando atención a curiosidades y daños. Realmente teniendo ojos no vemos. ¿Qué nos importan los análisis y las síntesis? Cuando nos habla la Palabra Eterna quedamos liberados de las opiniones cambiantes. Todo proviene de la única Palabra todo lo creado se refiere sin cesar a Ella y es el principio, que nos habla. Si falta, ninguno entiende nada o puede discernir justamente. Para quien todas las cosas son Uno, y son atraídas hacia el Único y a todos las ve en el Único, los sentimientos se le estabilizan y permanece con Dios en paz. Dios verdadero haz que me una contigo en perpetuo amor; con frecuencia siento hastío al leer o escuchar variedad de cosas; en Ti encuentro todo lo que quiero y deseo. Callen todos los sabios aquiétese la creación entera en tu presencia háblame Tú solamente.
2. Mientras mejor esté alguien unificado y sea simple interiormente más abundantes y sublimes conocimientos obtendrá sin esfuerzo porque su inteligencia será iluminada desde arriba. El espíritu puro, simple y constante no se distrae en la variedad de experiencias e informaciones porque dirige toda su actuación a la alabanza de Dios esforzándose por permanecer siempre dispuesto y libre de averiguaciones individualistas. ¿Qué te dificulta y fastidia más que los incontrolados deseos de tu corazón? El hombre bueno y siempre dispuesto para seguir la voluntad de Dios prepara dentro de sí las actividades que luego debe realizar externamente de tal manera que no lo lleven hacia el deseo de las inclinaciones viciosas y siempre se oriente según el juicio recto de su corazón. ¿Quién tiene mayor combate que el que se esfuerza por vencer sus malas inclinaciones? Ésta debe ser nuestra principal empresa: vencer efectivamente lo que se encuentre de malo en uno hacerse día a día más fuerte y aprovechar en ser mejor.
PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS
Concluyamos nuestra oración recitando las preces de las letanías del santo nombre de Jesús.
PRECES DE LAS LETANÍAS
DEL SANTO NOMBRE DE JESÚS
Jesús, óyenos. Jesús, óyenos
Jesús, escúchanos. Jesús, escúchanos
Sednos propicio, perdónanos, Jesús
Sednos propicio, escúchanos, Jesús
De todo mal, líbranos, Jesús
De todo pecado, líbranos, Jesús
De tu ira, líbranos, Jesús
De las asechanzas del demonio, líbranos, Jesús
Del espíritu impuro, líbranos, Jesús
De la muerte eterna, líbranos, Jesús
Del menosprecio de tus inspiraciones, líbranos, Jesús
Por el misterio de tu santa encarnación, líbranos, Jesús
Por tu natividad, líbranos, Jesús
Por tu infancia, líbranos, Jesús
Por tu divinísima vida, líbranos, Jesús
Por tus trabajos, líbranos, Jesús
Por tu agonía y pasión, líbranos, Jesús
Por tu cruz y desamparo, líbranos, Jesús
Por tus sufrimientos, líbranos, Jesús
Por tu muerte y sepultura, líbranos, Jesús
Por tu resurrección, líbranos, Jesús
Por tu ascensión, líbranos, Jesús
Por tu institución de la santísima eucaristía, líbranos, Jesús
Por tus gozos, líbranos, Jesús
Por tu gloria, líbranos, Jesús
Oremos:
Señor nuestro Jesucristo, que dijiste: pedid y recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán; te suplicamos nosotros que pedimos la ternura de tu divino amor, que, amándote de palabra, de obra y de todo corazón, nunca dejemos de bendecir tu santo nombre.
Haz, Señor, que reine siempre en nosotros un temor respetuoso y un amor ardiente a tu santo nombre; ya que tu providencia no abandona jamás a los que has establecido en la solidez de tu amor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártelo con tus familiares y amigos.
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.