SOLEMNIDAD DE SAN ILDEFONSO DE TOLEDO
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la
tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve
para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.
«Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada
en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen
debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos
los que están en la casa Brille así vuestra luz delante de los hombres,
para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que
está en los cielos. «No penséis que he venido a abolir la Ley y los
Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo
aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde
de la Ley sin que todo suceda. Por tanto, el que traspase uno de estos
mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más
pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los
enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.
COMENTARIO AL EVANGELIO