martes, 2 de diciembre de 2025

DE LO QUE SUCEDE AL ALMA EN SALIENDO DEL CUERPO. #adviento #meditacion

Miércoles de la I semana de Adviento.

De lo que sucede al alma en saliendo del cuerpo.

 

MEDITACIONES DIARIAS

DE LOS MISTERIOS

DE NUESTRA SANTA FE,

por el P. Alonso de Andrade,

DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS.

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Señor mío y Dios mío: creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes. Te adoro con profunda reverencia. Te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía Inmaculada, San José, mi padre y señor, Ángel de mi guarda: interceded por mí.

 

MEDITACIÓN

Miércoles de la I semana de Adviento.

De lo que sucede al alma en saliendo del cuerpo.

 

PUNTO PRIMERO. Considera cómo sale sola el alma del cuerpo, y va por aquellas regiones no conocidas sin compañía alguna más que la de sus obras; de manera que aunque esté asistida en la muerte de religiosos y parientes y amigos, al salir todos se quedan acá, y ninguno la acompaña; y así como entramos solos en este mundo, solos saldremos de él, sin que haya diferencia del grande al pequeño, o del noble al plebeyo, ni del rico al pobre; cada uno irá acompañado de sus obras, las buenas para salvarse, y las malas para condenarse; y los ángeles buenos y malos los seguirán también, para asistir al juicio que ha de hacer Dios de su vida, y la cuenta que les ha de pedir de todas sus acciones. Saca de aquí cuanto te importa atesorar buenas y santas obras para aquel tiempo, y excusar las malas, porque no te sigan para condenarte, y la devoción que debes tener con el santo Ángel de tu Guarda, para que entonces te acompañe y ampare, y defienda de todos tus enemigos, y ruégale desde luego que te encamine por la senda verdadera de tu salvación.

PUNTO II. Considera cómo luego, sin dar más plazos, va el alma al juicio de Dios a dar cuenta de toda su vida en su rectísimo tribunal (este juicio, según la más común opinión, se hace en el mismo sitio y lugar a donde cada uno muere, o en otro cercano a él entre el cielo y la tierra). Contempla a Cristo en su tribunal como juez, y a tu alma en su presencia como reo, a los dos lados el Ángel de la Guarda y el demonio más abajo, y que allí te piden cuenta menudísima de cuanto has dicho, pensado, imaginado, deseado y obrado en este mundo sin que te valgan excusas, ni llantos, ni ruegos, ni dolor de lo cometido, ni propósitos de enmienda en adelante: mira con atención qué responderás a Dios por tanto número de cargos como entonces te hará, de las gracias que te hizo, de las inspiraciones que te dio, de las ocasiones de ser santo, de lo que dejaste de hacer bueno, y de lo que hiciste malo, y de la tibieza y faltas que cometiste en las buenas obras, tan llenas de escoria que es necesario purificarlas con el fuego: acuérdate que San Bernardo dice de sí, que se halló alcanzado en la cuenta que Dios le pidió en un rapto; y si un tan gran santo no tuvo qué responder a muchos de sus cargos, ¿qué será de ti en aquel tribunal? Y por tanto saca de esta meditación ajustar ahora con tiempo las cuentas de tu vida con Dios, y enmienda lo pasado, y pídele gracia y tiempo para corregir tu vida y disponerla para el Juicio.

PUNTO III. Considera la sentencia que dará Dios al bueno, y la que dará al malo: al bueno dirá: Alégrate, siervo fiel, y entra en el gozo de tu Señor a gozar el premio de tus merecimientos; y al malo lanzará en el infierno, diciéndole: Apártate de mí, maldito, a penar en el fuego eterno: mira cómo llegan los ángeles a llevar al bueno al cielo, y Cristo le pone a su lado, y va con él triunfando al reino de su gloria, bañado de gozo por la dicha felicísima que ha alcanzado ¡Oh qué alegría tendrá por la penitencia que hizo, y por la limosna que dio, y por la obediencia y humildad y las demás virtudes que ejercitó y dará por bien empleados todos los trabajos pasados por el gozo y felicidad presente; y al contrario, el malo será luego arrebatado por los demonios de la presencia de Cristo y llevado con inexplicable dolor a los tormentos eternos, lamentando su desgracia, y llorando sus engaños, y maldiciendo sus gustos y las pretensiones que tuvo en este siglo, con que granjeó las penas que padece. Saca de aquí grande temor de Dios y propósitos firmísimos de vivir ajustadísimamente a su santa ley, y de no cometer un pecado por todo el mundo y despreciarlo todo por el bien de tu alma, apartando de ti todo lo que te puede apartar de Dios.

PUNTO IV. Carga ahora la consideración sobre lo dicho en estas dos meditaciones, y contempla con atención cuán diferente muerte tendrán los justos y los pecadores , porque a los justos darán grande confianza las buenas obras en que han gastado la vida, y esperan con su muerte heredar el reino eterno de la gloria, y los Ángeles los asistirán como al pobre y paciente Lázaro para llevarlos al cielo; y como se hallan desarraigados de la tierra, no tendrán la dificultad y sentimiento de dejarla, que tienen los pecadores, antes se consolarán viendo el fin de sus fatigas y el principio tan a la puerta de su descanso; y por el contrario los malos, que gastaron sus vidas en deleites, honras, riquezas y pasatiempos, como se hallan tan arraigados en la tierra y barruntan el mal despacho que les espera de su pleito, y ven a la puerta los tormentos eternos y a los verdugos gozosos para ejecutarlos en ellos, estarán angustiadísimos y morirán con dolores y rabias del corazón, empezando desde esta vida los tormentos que han de continuar en la otra. Por esto, dice el Espíritu Santo (1), que es amarguísima la memoria de la muerte a los que tienen paz y concordia en sus riquezas. Supuesto lo cual, y que necesariamente has de morir y tener una de estas dos muertes, y que necesariamente te ha de caber una de estas dos suertes, o ir a cielo, o al infierno para siempre; saca de esta meditación desarraigarte con tiempo de todo lo que te puede detener en este mundo, y vivir en él como peregrino y como ciudadano del cielo: muérete a él antes que mueras, y dispón tu vida de manera que tu muerte sea preciosa en el acatamiento del Señor.

(1) Ecl. 41, 1.

 

 

ORACIÓN PARA TERMINAR TODOS LOS DÍAS

Te doy gracias, Dios mío, por los buenos propósitos, afectos e ins­pi­ra­ciones que me has comunicado en esta meditación. Te pido ayuda para ponerlos por obra. Madre mía Inmaculada, San José, mi padre y señor, Ángel de mi guarda: interceded por mí.

 

Ofrecimiento diario de obras

Ven Espíritu Santo

inflama nuestros corazones

en las ansias redentoras del Corazón de Cristo

para que ofrezcamos de veras

nuestras personas y obras

en unión con Él

por la redención del mundo

 

Señor mío y Dios mío Jesucristo

Por el Corazón Inmaculado de María

me consagro a tu Corazón

y me ofrezco contigo al Padre

en tu Santo Sacrificio del altar

con mi oración y mi trabajo

sufrimientos y alegrías de hoy

en reparación de nuestros pecados

y para que venga a nosotros tu Reino.

Te pido en especial

Por el Papa y sus intenciones,

Por nuestro Obispo y sus intenciones,

Por nuestro Párroco y sus intenciones.

5. PRIMADO Y UNIVERSAL PRINCIPADO DE LA INMACULADA. NOVENA A LA INMACULADA VIRGEN MARÍA, PATRONA DE ESPAÑA

DIA QUINTO

De la primacía y universal principado que obtiene María, concebida sin pecado, sobre todas las criaturas

 

NOVENA

A LA INMACULADA VIRGEN MARÍA,

PATRONA DE ESPAÑA

Rdo. Dr. D. Félix Sardá y Salvany, Pbro

 

Por la señal de la santa cruz…

 

ORACIÓN PREPARATORIA PARA CADA DÍA

A vuestros pies acudo y a la sombra bendita de vuestro altar, soberana Reina de los cielos y Madre mía Inmaculada, para considerar vuestras grandezas y contemplar a par de ellas mi propia miseria y pequeñez. Hijo soy, que no desea para formar su corazón, más que mirarse en tal Madre; discípulo soy, que no necesita para salir aprovechado, más que prestar atento oído a tal Maestra. Por ambos conceptos vengo a Vos y a Vos llamo, y en Vos confío.

Doliéndome ante todo de mis culpas, y pidiendo perdón de ellas a la divina Bondad por mí tantas veces ofendida, siéntome ya menos indigno de parecer ante vuestra presencia, y más alentado para que bondadosa me recibáis.

Sea por los méritos y gracia del Corazón amorosísimo de Jesús, y por la intercesión y valimiento de vuestro virginal Esposo y Protector mío San José. Así sea.

 

Se lee y medita lo dispuesto para cada día.

 

DIA QUINTO

De la primacía y universal principado que obtiene María, concebida sin pecado, sobre todas las criaturas

Primogénita de todas las criaturas llama la Santa Iglesia a María Santísima en el misterio de su Inmaculada Concepción, aplicando a esta Señora un conocido texto de la Sagrada Escritura, y significando con ello la singular excelencia de esta especialísima creación de Dios y su primacía sobre todas las obras de sus manos, excepción hecha de la Santísima Humanidad del Verbo encarnado.

También el alma humana merece este nobilísimo dictado en relación con todos los demás seres del mundo visible, del cual la ha puesto reina y cabeza la divina Omnipotencia. Poco menos que los Ángeles la ha hecho, y la ha coronado de gloria y honor, dándole el principado y superior jerarquía sobre toda la naturaleza, para que presidiese a las fieras de la tierra y a las aves del cielo y a los peces del mar, y en nombre de todos y como jefe de todos y valiéndose de todos, rindiese a su soberano Señor el reconocimiento de su supremo dominio. Mas el hombre es el primero en protestar de ese divino señorío. Esa su misma dignidad y realeza vuélvenle ingrato y rebelde contra su Dios, y de las mismas criaturas que recibió como en feudo levanta ejércitos y hace armas contra su divina Majestad. Esto significa el mal uso de las criaturas en orden al divino servicio, esto significa valerse el hombre de su ciencia, de su poder, de sus inventos, de sus facultades todas, para emanciparse del obsequio debido a Dios y hacerse él mismo rey usurpador de la creación derrocando de ella el trono legítimo de Aquel por Quien, en Quien y a la gloria de Quien fueron hechas todas las cosas. Esta rebelión espantosa, este desconocimiento de los derechos inconcusos de Dios sobre toda criatura, es el fondo de todos los actuales sistemas racionalistas, y es en realidad la esencia de todo pecado. Es el Non serviam de Luzbel, ya se dé este grito soberbio en la gobernación del Estado, ya en la escuela y academia científicas, ya en el más secreto recinto del propio corazón, Eso es pecar; alzarse con el honor debido a Dios, substituyendo a su voluntad la del hombre; a sus derechos divinos los pretendidos del vasallo; a su gloria de Dios verdadero la falsa de ese falso dios, que le derriba de sus altares para endiosarse él.

Medítese unos minutos lo anterior, y récese luego tres Avemarías a la Virgen Inmaculada, pidiéndole la gracia especial que se desea alcanzar por su valimiento.

 

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Breves han sido, Madre mía, los instantes que a vuestros pies me ha permitido en grata visita y conversación la Bondad divina. Sean, Señora, para mi bien, mejoramiento de mi vida, nuevo ardor en vuestro servicio, mayor fidelidad a las santas inspiraciones, más firmeza en perseverar, mayores consuelos en mi última hora.

Ruégoos, Madre mía, pues lo sois de mi Hermano mayor y primogénito Cristo Jesús, hagáis con vuestro patrocinio duraderos en mí estos afectos de devoción, eficaces mis resoluciones, entera mi voluntad, prácticos mis deseos.

Así lo espero por los méritos infinitos del Divino Corazón y por las súplicas de vuestro castísimo Esposo San José. Así sea.

 

SÚPLICAS A MARÍA INMACULADA

POR LAS NECESIDADES DE ESPAÑA

Y DEL MUNDO ENTERO

Reina concebida sin pecado original, rogad a Dios (*)

Virgen, Patrona del Papa, (*)

Virgen, Patrona de las Españas,

Por el triunfo de la Iglesia y conversión de sus enemigos,

Por la vida, bienestar y libertad de nuestro amadísimo Pontífice,

Por la felicidad y libertad de la Iglesia en nuestra Patria,

Por la santificación y trabajos apostólicos de su clero,

Por el desarrollo y espíritu de tranquilidad y perfección de las Órdenes religiosas,

Por el aumento de la propaganda de los impresos católicos,

Por el aumento y frutos de las Asociaciones católicas de apostolado seglar y piadosas,

Por la santidad del matrimonio y de la familia cristiana,

Por la pureza católica de nuestra enseñanza pública,

Por el esplendor de nuestro culto y sostén de sus ministros,

Por la destrucción de las Sociedades enemigas de Jesucristo,

Por el cristiano acierto de los gobernantes,

Por las infelices víctimas de las sectas, enemigas de Dios y de la Iglesia,

Por las clases trabajadoras expuestas a las seducciones de la impiedad,

Por los niños cristianos, esperanza del porvenir de nuestra patria,

Por los Centros catequéticos,

Por las instituciones de beneficencia según la ley de Dios,

Por la unión de todos los corazones en el Sagrado Corazón,

Por el aumento del culto del Sagrado Corazón de Jesús,

Para que siga siendo perpetuamente nuestra España la nación más devota de María y la más adicta al Pontificado,

Por todos los que oran, sufren y trabajan por nuestra santa fe,

María, concebida sin pecado original, rogad a Dios que nos libre de todo mal.

María, concebida sin pecado original, rogad a Dios que nos libre de todo mal.

María, concebida sin pecado original, rogad a Dios que nos libre de todo mal.

 

ORACIÓN

¡Oh Dios poderoso, que nos habéis dado por Madre nuestra a vuestra dulcísima Madre, y que muy en particular la habéis hecho Patrona de España en el misterio de su Inmaculada Concepción! Con el más profundo gemido de nuestro corazón os suplicamos miréis bondadosamente, por sus méritos, a nuestra patria, conservando perpetuamente en ella el tesoro de la fe y de la moral de Jesucristo, y la adhesión sin límites a la santa Iglesia católica, apostólica, romana. Amén.

 

Ave María Purísima, sin pecado concebida.