martes, 30 de diciembre de 2025

31 de diciembre. SAN SILVESTRE PAPA #santos #santoral

31 de diciembre

San Silvestre I

Papa

(280-335)

 

El largo pontificado de San Silvestre (del 314 al 335) transcurrió paralelo al gobierno del emperador Constantino, en una época muy importante para la Iglesia que acababa de salir de la clandestinidad y de las persecuciones. Fue en ese período cuando se formó una organización eclesiástica que duraría varios siglos. En esta obra tuvo Constantino un lugar de consideración. Este, efectivamente, era el heredero de la gran tradición romana imperial y por eso se consideraba el legítimo representante de la divinidad (nunca renunció a ostentar el título pagano de "pontifex maximus"), y por tanto del Dios de los cristianos.

 

Fue él, por tanto, y no el Papa Silvestre, quien convocó en el 314 un sínodo para acabar con el cisma que había estallado en Africa; y fue también él quien convocó en el 325 el primer concilio ecuménico de la historia, en Nicea (Bitinia), residencia veraniega del emperador.

 

Al obrar así, Constantino introdujo un método de intromisión del poder civil en los asuntos eclesiásticos que tendría desastrosas consecuencias. Pero por ahora las consecuencias fueron positivas, entre otras cosas por la buena armonía que reinaba entre el Papa Silvestre y Constantino. Este, en efecto, no ahorró sus aprobaciones y sus apoyos aun económicos para la vasta obra de construcción de edificios eclesiásticos.

 

Precisamente Constantino, en su calidad de "pontifex maximus", fue quien pudo autorizar y consentir el "sacrilegium" de construir una gran basílica en honor de San Pedro sobre la colina Vaticana, después de haber parcialmente destruido o tapado el cementerio pagano, descubierto por las excavaciones ordenadas por Pío XII en 1939. Fue también la colaboración entre el Papa Silvestre y Constantino la que permitió la construcción de otras dos importantes basílicas romanas, una en honor de San Pablo sobre la vía Ostiense, y sobre todo la otra en honor de San Juan.

 

Inclusive, Constantino quiso manifestar su simpatía por el papa Silvestre dándole su mismo palacio lateranense, que desde entonces y por varios siglos fue la residencia de los Papas.

lunes, 29 de diciembre de 2025

LO QUE OBRARON EN ESTOS DÍAS NUESTRA SEÑORA Y EL GLORIOSO SAN JOSÉ

30 de diciembre

De lo que obraron en estos días nuestra Señora y el glorioso san José.

 

MEDITACIONES DIARIAS

DE LOS MISTERIOS

DE NUESTRA SANTA FE,

por el P. Alonso de Andrade,

DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS.

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Señor mío y Dios mío: creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes. Te adoro con profunda reverencia. Te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía Inmaculada, San José, mi padre y señor, Ángel de mi guarda: interceded por mí.

 

30 de diciembre

MEDITACIÓN

De lo que obraron en estos días nuestra Señora y el glorioso san José.

 

PUNTO PRIMERO. Cuatro géneros de personas visitaron a nuestra Señora estos días; los ángeles, los pastores, San Simeón y Ana profetisa, como escribe San Lucas en el cap. 2 , y conforme a esto meditarás en los cuatro puntos de esta meditación: lo primero es el júbilo de la Virgen y del glorioso San José, cuando vieron a Cristo adorado de los ángeles en la tierra como lo estuvo en el cielo, las gracias que le darían al Eterno Padre por la honra que hacía a su Hijo, y los agradecimientos a los ángeles por la humildad con que le reconocían por su Dios y Señor: gózate de tener tal Redentor, y de verle reverenciado de los espíritus angélicos: dales mil parabienes a la Virgen María y a su esposo San José, y aprende a reverenciar y servir a Dios con cuerpo y mente como los ángeles del cielo.

PUNTO II. Considera cómo entraron los pastores en aquel pobre portal a adorar a Cristo, y atiende a las palabras que dirían a la Santísima Virgen su Madre; cómo le darían el parabién con sencillas palabras, nacidas de sus corazones sin doblez, del Hijo que Dios le había dado, y le contarían lo que les había pasado con el ángel, y lo que les había dicho, y los ejércitos de ellos que habían visto en los aires, cantando himnos y alabanzas a Dios en las alturas y paz a los hombres en la tierra de buena voluntad y dice San Lucas, que nuestra Señora guardaba todas estas palabras, rumiándolas y meditándolas en su corazón, y que los pastores dieron parte a muchos de lo que habían oído y visto: a donde tienes mucho que pensar y aprender en la candidez con que los pastores dan el parabién a nuestra Señora, a dársele tú también con tan entera voluntad: medita el retorno de la Virgen, y las palabras tan llenas de humildad y agradecimiento que les diría, y el júbilo que con ellas sentirían en sus almas, y procura hacerte digno de oír otras tales de su boca, y a ser agradecido a quien te hiciere bien: aprende de esta Señora a conservar en tu pecho los misterios divinos, y a meditarlos con ella en lo interior de tu corazón; y de los pastores a comunicar a tus prójimos las mercedes que el Señor te hiciere, cuando fuere conveniente para bien de sus almas; y pídele al Señor gracia para cumplir todo esto.

PUNTO III. Considera lo que dice San Lucas, que estaban la Virgen y el glorioso San José admirados de las cosas que se decían del Niño Dios y de aquel Señor abreviado; y mira que si tú no te admiras de sus misterios, es porque no los meditas, ocupado en otras cosas del siglo; ni oyes lo que de él se predica, porque te diviertes en los negocios del mundo. Saca de aquí propósitos de dar de mano a todo lo terreno para atender a lo divino y celestial: oye y medita lo que dijo de Cristo el Santo Simeón, conviene a saber: que este Niño había nacido para ruina y resurrección de muchos de Israel; para ruina de los malos que no le recibieron, y resurrección de los que le recibieron y adoraron y siguieron sus pisadas: entra la mano en tu pecho, y considera si ha nacido el Redentor para bien o ruina de tu alma: mira cómo le has recibido y tomado sus ejemplos y seguido sus pisadas, y gime y llora tu descuido y la tibieza que has tenido hasta aquí, y empieza desde hoy con fervor a entrar en su santo servicio, porque no se trueque en ponzoña por tu malicia la triaca que Dios te ha dado para salud de tu alma.

PUNTO IV. Considera cómo ordenó Dios que viniese también una santa mujer, viuda, honesta y sabia, de mucha penitencia, oración y asistencia al templo, a reconocer a Cristo y publicar sus loores a todos los de Israel, para que de todos estados fuese reconocido y adorado el Redentor, no les quedase escusa a los del pueblo, pues sabiéndolo no le reconocieron: contempla el eco que todas estas cosas harían en el corazón de su Santísima Madre, y cómo alabaría y engrandecería a Dios por ellas, y acompáñala en darle loores y alabanzas con todos: gózate de que sea alabado y glorificado en la tierra como en el cielo, y pide a todas las criaturas que le alaben y glorifiquen y suplan lo que a ti te falta.

 

ORACIÓN PARA TERMINAR TODOS LOS DÍAS

Te doy gracias, Dios mío, por los buenos propósitos, afectos e ins­pi­ra­ciones que me has comunicado en esta meditación. Te pido ayuda para ponerlos por obra. Madre mía Inmaculada, San José, mi padre y señor, Ángel de mi guarda: interceded por mí.

 

Ofrecimiento diario de obras

Ven Espíritu Santo

inflama nuestros corazones

en las ansias redentoras del Corazón de Cristo

para que ofrezcamos de veras

nuestras personas y obras

en unión con Él

por la redención del mundo

 

Señor mío y Dios mío Jesucristo

Por el Corazón Inmaculado de María

me consagro a tu Corazón

y me ofrezco contigo al Padre

en tu Santo Sacrificio del altar

con mi oración y mi trabajo

sufrimientos y alegrías de hoy

en reparación de nuestros pecados

y para que venga a nosotros tu Reino.

Te pido en especial

Por el Papa y sus intenciones,

Por nuestro Obispo y sus intenciones,

Por nuestro Párroco y sus intenciones.

30 de diciembre. SAN SABINO OBISPO Y SUS COMPAÑEROS MÁRTIRES #santos

30 de diciembre

San Sabino

Obispo

y sus compañeros

mártires

(† 303)

 

La rabia y crueldad de los gentiles contra los fieles habían llegado a tal extremo en tiempo de Diocleciano y Maximiano, que por edicto imperial se habían puesto ídolos en todos los mercados, en los molinos públicos, en los hornos, en los caminos, en los mesones, en las fuentes públicas, en los pozos y en los ríos, para que nadie pudiese tomar agua, moler trigo ni comprar cosa alguna sin que hubiese adorado antes a los simulacros de los falsos dioses.

 

Pero el Señor suscitaba ilustres héroes que con su celo apostólico, su ejemplo y sus prodigios, alentaban a los fieles a menospreciar todos los artificios de aquella tiranía infernal: y uno de estos héroes cristianos fue el admirable san Sabino, obispo de Espoleto en Umbría: el cual, cuando más arreciaba la persecución, y se veían en todas partes horcas levantadas, hogueras encendidas, potros, calderas de aceite hirviendo, uñas de hierro y otras invenciones de torturas, recorrió todas las ciudades y pueblos de la provincia, consolando y esforzando a los fieles, con sus exhortaciones y con los santos sacramentos.

 

Noticioso al fin el gobernador de Toscana, llamado Venustiano, de que el obispo Sabino estaba en Asís y que no cesaba día y noche de alentar a los cristianos y visitar aun a los que estaban escondidos en cuevas subterráneas, pasó a Asís y le hizo buscar y prender juntamente con Exuperancio y Marcelo, sus diáconos, y cargado de cadenas los encerró en una horrorosa cárcel. Pocos días después los hizo presentar a su tribunal, y les mandó adorar una pequeña estatua de Júpiter, hecha de coral y de oro: y el santo, tomando el ídolo con sus manos, lo arrojó al suelo, y lo hizo pedazos.

 

Ordenó el presidente que allí mismo le cortasen las manos al santo obispo, y extendiesen en el potro a Exuperancio y a Marcelo y los moliesen a palos hasta matarlos, a los cuales no cesó de animar Sabino hasta que murieron. Serena, dama cristiana y riquísima, visitó al santo en la cárcel, y le rogó que curase a un sobrino que estaba ciego, y el mártir le alcanzó luego la vista.

 

Con este milagro se convirtieron quince presos. También el gobernador Venustiano fue atormentado con grandes dolores en los ojos, por espacio de un mes, y por esta causa no pasó adelante en el suplicio del santo obispo, y como el dolor creciese cada día, y le dijesen que Sabino acababa de dar la vista a un ciego, fue a la cárcel con su mujer y dos hijos y rogó al santo que le perdonase los tormentos que le había hecho sufrir, y le aliviase los que él padecía en los ojos. Respondióle el santo que alcanzaría esta gracia si quería creer en Jesucristo y se bautizaba. Aceptó el gobernador el partido, y arrojando al río los pedazos del ídolo de coral, pidió al santo que le instruyese en la fe, y al instante se halló curado, y recibió el bautismo con toda su familia: lo que habiendo llegado a oídos del emperador, mandó que les cortasen la cabeza. Finalmente, Lucio, sucesor de Venustiano, hizo conducir a Espoleto a san Sabino, donde le mandó azotar con látigos forrados de plomo, hasta que expiró.

 

Reflexión : ¡Cuánta verdad es que jamás Dios se deja vencer en generosidad de sus siervos! Si como san Sabino resiste denodado y confiesa su fe, parece que pone a su disposición toda su omnipotencia, según, son los milagros y conversiones que obra. Por muchos sacrificios que hagas por El, siempre serán mayores las gracias que te conceda.

 

Oración : ¡Oh Dios omnipotente! Vuelve tus ojos compasivos sobre nuestra debilidad, y pues nos agrava el peso de nuestras miserias, concédenos la protección del bienaventurado Sabino, tu mártir y pontífice. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

P. Francisco de Paula Morell, s.j., Flos Sanctorum de la familia cristiana, Buenos Aires, Libreria editorial Santa Catalina, 1949.