domingo, 3 de marzo de 2024

DE LA SEGUNDA Y TERCERA NEGACIÓN DE PEDRO. LUNES DE LA III SEMANA DE CUARESMA

 


DE LA SEGUNDA Y TERCERA NEGACIÓN DE PEDRO

LUNES DE LA III SEMANA DE CUARESMA

 

MEDITACIONES SOBRE  LA PASIÓN DEL SEÑOR

PARA CADA DÍA DE LA CUARESMA

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI, DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS.

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

 

 

LUNES DE LA III SEMANA DE CUARESMA

DE LA SEGUNDA Y TERCERA NEGACIÓN DE PEDRO

 

1.- Viole otra criada, y dice: Este también estaba con Jesús Nazareno. Y segunda vez negó con juramento que no conocía tal hombre (1). A la segunda negación añadió el juramento. Así por un pecado se abre camino a otro mayor. Evita los menores para que no caigas en los más graves. Dicho es de la Verdad: El que desprecia lo ligero, poco a poco caerá.  ¿No conociste, Pedro, al hombre que te levantó en las aguas? ¿Al que confesaste Hijo de Dios? ¿De quién has visto tantos milagros, etc.? ¡Que fácilmente mudamos los acuerdos! Cuando está fervoroso el espíritu, aspiramos a la muerte por Cristo. Cuando se entibia, una criada, una leve tentación nos derriba. Nadie confíe de sí, mas con temor y temblor procure obrar cada uno su salud.

2.- Los que presentes estaban decían a Pedro: Tú también eres de ellos. Pero él empezó a maldecirse y perjurar, que no conocía tal hombre (2). ¡Con que ruina tan grande cayó la columna de la Iglesia! Esta pena tienen los que anticipadamente de sí confían, para que dejados a su poder y arbitrio, experimenten lo poco que pueden por sí. Consérvate pues en temor; de otra suerte presto se te arruinará tu casa (3). Por librarse Pedro de una ligera deshonra, negó a Cristo. ¿Cuántas veces tú por un tal temor, o por un humano respeto has hecho lo mismo, sino con la voz, con los hechos ciertamente, avergonzándote de las obras de virtud? Teme aquello: El que se corriere de mí, de este tal se correrá el Hijo del hombre (4). Tan mala es la vergüenza de lo bueno, como es bueno avergonzarse de lo malo.

3.- Y luego cantó el gallo: y se acordó Pedro de lo que le había dicho Jesús: y saliéndose fuera lloró amargamente (5). !Oh misericordia infinita de Dios! Estando aún hablando y pronunciando las palabras de su negación, mira a Pedro como olvidado de sus penalidades, mira por la salud del siervo, que sobre todo le afligía ¡Cuántas veces, Señor, pudiéndoos airar contra mí, os acordasteis de vuestra misericordia! ¡Me sugeristeis medios, habiendo caído, para levantarme! ¡Y yo no os amaré, oh buen Jesús! Pero no os amo bastantemente, si no me duelo de vuestras injurias, y las lloro. Empezaré, pues, a llorar con Pedro, y nunca cesaré.

 

(1)   Matth.,26.  (2) Marc.14.  (3) Eccles.,27.  (4)Luc.,9  (5) Matth.,26.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS:

 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS EN SU PASIÓN.

Santa Margarita María de Alacoque

 

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme.

¾   Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí.

¾   Jesús, calumniado y perseguido.

¾   Jesús, abandonado de los hombres y tentado.

¾   Jesús, entregado y vendido a vil precio.

¾   Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente.

¾   Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia.

¾   Jesús, abofeteado y burlado.

¾   Jesús, arrastrado con la soga al cuello.

¾   Jesús, azotado hasta la sangre.

¾   Jesús, pospuesto a Barrabas.

¾   Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión.

¾   Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo.

¾   Jesús, triste hasta la muerte.

¾   Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones.

¾   Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres.

¾   Jesús, abrumado de toda clase de dolores.

 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica.

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.