Comentario al Evangelio
II Domingo de Pascua
San Jerónimo
Ésta es la puerta del Señor; por ella entrarán los justos (Sal 117,20). Por esta
puerta entro Pedro; por ella entro Pablo; por ella entraron todos los
apóstoles; a diario entran por ella los santos. Precisamente por esta puerta
hizo su entrada el primer ladrón, en compañía del Señor. Tened confianza y
esperanza en algo similar. El salmo no dice “por ella entrarán los apóstoles y
los mártires”, sino por ella entrarán los
justos. Por tanto, todo aquel que obra con justicia y merezca ser contado
entre los justos entrará por dicha puerta, ya que el Señor no exige la sangre
de quienes creen en Él, sino la fe por la que esa sangre es derramada. Si
tuviéramos una fe capaz de hacernos verter la sangre, esa efusión de sangre se
contabilizaría a mayores en nuestro haber.