Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Hoy y en los próximos días la
Iglesia nos invita con sus fiestas litúrgicas a celebrar la verdad de fe sobre
los ángeles: espíritus purísimos que no tienen cuerpo creados por Dios para
servirle y ayudar a los hombres en el camino del bien. Ellos han estado
presentes en la historia de la salvación, en la vida de nuestro Señor y de su
Madre, la Virgen, y también acompañan a la Iglesia en su peregrinación.
Pidiendo su protección, meditamos los misterios gozosos.
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración
de Jesús en el Huerto
Contemplemos
la agonía y sufrimiento de Jesús en la noche de su pasión. El Padre envió a sus
santos ángeles para consolar a su Hijo. Así nosotros deseemos consolar al buen
Dios ofendido por nuestros pecados mediante nuestros actos de fe, esperanza y
caridad, y nuestras buenas obras.
2. La
flagelación de Jesús atado a la columna.
Contemplemos
a los ángeles que con estupor ven a su Dios y Señor escarnecido y maltratado
con odio cruel por aquellos mercenarios de la justicia romana, y aunque,
impulsados por la caridad y la justicia, desearían detener a aquellos verdugos,
se someten con obediencia al designio misterioso de Dios Padre. Pidamos para
nosotros la virtud de la obediencia.
3. La
coronación de espinas
Contemplemos
al Rey y Señor del Universo burlado y mofado por los soldados y, como los
ángeles, rindamos nuestro acto de adoración a Jesús.
4. Nuestro
Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
Como
el Cireneo ayudó a Jesús a llevar el madero de la cruz, así Dios nos conceda a
cada uno de nosotros un ángel custodio para ayudarnos en el camino de la vida.
¡Cuenta con su ayuda y no te olvides de él!
5. La
crucifixión y muerte del Señor
En
las representaciones de la crucifixión se muestran muchas veces a los santos
ángeles con expresiones de horror ante el deicidio cometido, le gustaría librar
a su Señor pero no pueden hacer nada... Movidos por la compasión lo acompañan. Como
ellos, como María Santísima, San Juan y la Magdalena deseemos también nosotros estar
al pie de la cruz junto a Jesús presente en los enfermos, los pobres, los
necesitados, los que sufren.