Santo Rosario
Por la señal...
Monición inicial: El día 31 de
julio del año 450, entregaba su alma a Dios, San Pedro, de sobrenombre
“Crisólogo”, obispo de Ravena y doctor de la Iglesia, que, desempeñó su oficio
tan perfectamente que consiguió capturar a multitudes en la red de su celestial
doctrina, saciándolas con la dulzura de su palabra. Recomendaba mucho la
comunión frecuente y exhortaba a sus oyentes a convertir la Sagrada Eucaristía
en su alimento de todas las semanas. Ante el misterio de la Virgen Inmaculada
decía: Ave llena de gracia. Esta gracia es la que dio gloria al cielo. Dios a
los hombres, fe a los paganos, fin a los vicios, orden a la vida y a las
costumbres.
Señor mío Jesucristo…
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La
Resurrección del Señor.
“Cristo
se dirige a la mujer para que ella se dirija a Cristo, para que reciba la curación del mismo de quien ha
recibido la vida y sepa que para ella la
causa de la actual enfermedad es ocasión de perpetua salvación.”
2.- La
Ascensión del Señor
“Cristo,
el Señor, nuestro rey, es quien nos manda conservar esta paz, ya que él ha
dicho: La paz os dejo, mi paz os doy, lo que equivale a decir: «Os dejo en paz,
y quiero encontraros en paz»; lo que nos dio al marchar quiere encontrarlo en
todos cuando vuelva.”
3.- La Venida
del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“La
paz entre los hermanos es la realización de la voluntad divina, el gozo de
Cristo, la perfección de la santidad, la norma de la justicia, la maestra de la
doctrina, la guarda de las buenas costumbres, la que regula convenientemente
todos nuestros actos.”
4.- La
Asunción de María Santísima a los Cielos
“Ave
llena de gracia. Esta gracia es la que dio gloria al cielo, Dios a los hombres,
fe a los paganos, fin a los vicios, orden a la vida y a las costumbres.”
5.- La
Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.
“En
el mundo la vida misma es una prueba, pues asegura el Señor: es una tentación la vida del hombre (Job 7, I). Pidamos, pues,
que no nos abandone a nuestro arbitrio,
sino que en todo momento nos guie con piedad paterna y nos confirme en el
sendero de la vida con moderación
celestial.”