Santo Rosario.
Por la
señal...
Monición inicial: El 4 de febrero de 1811, nacía San Pedro Julián
Eymard, que fue primeramente sacerdote diocesano y después miembro de la
Compañía de María. Adorador eximio del Misterio eucarístico, fundó nuevas
congregaciones, una de clérigos y otra de mujeres, para fomentar y difundir la
piedad hacia el Santísimo Sacramento. Murió en la aldea La Mure, cerca de
Grenoble, en Francia, donde había nacido en el año 1868.
MISTERIOS LUMINOSOS
1.-El
Bautismo del Señor en el Jordán
“En el Jordán manifiesta el Bautista
este doble sentimiento de alegría y de gratitud. Considerad, en primer lugar,
la gracia que le concede nuestro Señor; porque la acción de gracias parte
siempre de un beneficio recibido y descansa en la humildad. Pues bien Juan va a
bautizar a nuestro Señor. Él no le había visto nunca. El Padre celestial le
había dado una señal por la cual le reconocería: Jesús se presenta entre la
multitud de pecadores que esperaban el bautismo de Juan y oían sus enérgicas
exhortaciones a la penitencia; Jesús guarda turno entre las filas de publicanos
y soldados... ¡El que era rey e hijo de Dios! ...; pero nada de privilegios ni
excepciones. ¡Entended esto, oh adoradores, y no tengáis más protector que Jesucristo!
San Juan se arroja a los pies de Jesucristo: ¡Cómo! ¿Vos venís a mí? Ego a te
debeo baptizari, et tu venis ad me? (Mt 3, 14). ¡He aquí la humildad... la
verdad!”
2.-El
Milagro de las Bodas de Cana
“María fue siempre la primera
adoradora de Jesús en todos sus misterios. Convenía, en efecto, que este
corazón purísimo tuviese en todo la honra del primer homenaje rendido a
Jesucristo y que recibiese la primera gracia para comunicárnosla. Fue ella la
primera que adoró al Verbo encarnado en su seno virginal, y la que al nacer le
ofreció el primer obsequio del amor y la primera confesión de fe. En las bodas
de Caná ella adoró antes que nadie su poder y lo desató en favor de los
hombres. María, finalmente, adoró la primera a Jesús en la cruz y se unió a su
sacrificio. Pero la adoración de María resplandece en toda su incomparable
excelencia al pie del sagrario..”
3.- El
anuncio del Reino invitando a la conversión.
“La conversión que se limita al sentimiento
no es duradera.”
4.-La
Transfiguración del Señor
“Amemos y miremos con singular afecto
esta fiesta de la transfiguración. Es una festividad del todo eucarística.
Venid a esta bendita montaña donde se transfigura Jesucristo; pero no vengáis a
buscar la felicidad sensible ni la gloria, sino las lecciones de santidad que
nos da con su anonadamiento. Venid, sí, y haced que vuestro amor y abnegación
os transfigure en Jesucristo sacramentado, esperando el día en que os transfiguréis
en Jesucristo glorioso en el cielo.”
5.- La
institución de la Eucaristía
“Ved la hora de adoración que habéis
escogido como una hora del paraíso: id como se fuerais al cielo, al banquete
divino, y esta hora será deseada, saludada con felicidad. Retened dulcemente el
deseo en vuestro corazón. Decid: “Dentro de cuatro horas, dentro de dos horas,
dentro de una hora iré a la audiencia de gracia y de amor de Nuestro Señor. Él
me ha invitado, me espera, me desea.”