EVANGELIO
Continuación del Santo Evangelio según San Marcos
Mc 6, 47-56
En aquel tiempo: Llegada la noche, la barca estaba en mitad del mar y Jesús, solo, en tierra. Viéndolos fatigados de remar, porque tenían viento contrario, a eso de la cuarta vigilia de la madrugada, fue hacia ellos andando sobre el mar, e hizo ademán de pasar de largo. Ellos, viéndolo andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque todos lo vieron y se asustaron. Pero él habló enseguida con ellos y les dijo: «Ánimo, soy yo, no tengáis miedo». Entró en la barca con ellos y amainó el viento. Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque tenían la mente embotada. Terminada la travesía, llegaron a Genesaret y atracaron. Apenas desembarcados, lo reconocieron y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. En los pueblos, ciudades o aldeas donde llegaba colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos la orla de su manto; y los que la tocaban se curaban.
- LA BARCA DE LA IGLESIA. San Beda el venerable. Homilía de maitines
- NO TODO EL QUE ORA SUBE AL MONTE, SINO SÓLO EL QUE ORA BIEN Y BUSCA A DIOS ORANDO. San Beda el Venerable
- SANTA TERESA DE JESÚS: SIENDO YO SIERVA DE ESTE SEÑOR Y REY, ¿QUÉ MAL ME PUEDEN HACER?
- SE METIÓ CON ELLOS EN LA BARCA, Y CESÓ EL VIENTO. Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino
- EL SEÑOR SIEMPRE ESTÁ CERCA. Benedicto XVI
- EL GRANO DE TRIGO. Santo Tomás de Aquino
- LA CUARESMA CON JESÚS. Dom Gueranger
- ANTE EL MIEDO, OID A CRISTO. NO TEMÁIS, SOY YO. Homilía