DÍA 8. PAZ DEL JUSTO A LA HORA DE LA MUERTE
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ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS
Ejercicio de Preparación para una buena muerte extractado de los textos de San Alfonso María de Ligorio
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, hagamos un acto de contrición, reconociéndonos pecadores:
Señor mío Jesucristo,
Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío.
Por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
a mí me pesa de todo corazón haberos ofendido.
También me pesa porque podáis castigarme
con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia
que me fuera impuesta. Amén
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DÍA 8
PAZ DEL JUSTO A LA HORA DE LA MUERTE
Las almas de los justos están en la mano de Dios y no los tocará tormento de muerte. Pareció que morían a los ojos de los insensatos; más ellos están en paz. Sab 3, 1.
Si Dios tiene en sus manos las almas de los justos, ¿quién podrá arrebatárselas? Cierto es que el infierno no deja de tentar y perseguir hasta a los santos en la hora de la muerte; Pero Dios, dice San Ambrosio, no cesa de asistirlos y de aumentar su socorro a medida que crece el peligro de sus fieles siervos (Jos 5).
Más solícito es Dios para salvarnos que el demonio para perdernos; porque mucho más nos ama Dios de lo que nos aborrece el demonio.
Según refiere Santero, el Cardenal Ruffense, estando a punto de morir por la fe, mandó que le trajesen su mejor traje, diciendo que iba a las bodas. Y cuando vio el patíbulo, arrojó el báculo en que se apoyaba y exclamó: Andad, pies; andad ligeros, que el Paraíso está cerca. Antes de morir cantó el Te Deum en acción de gracias a Dios porque le hacía mártir de la fe, y luego, con suma alegría, puso la cabeza bajo el hacha del verdugo.
¡Oh, con cuánto regocijo espera la muerte el que está en gracia de Dios para ver pronto a Jesús!
Singular consuelo dará los recuerdos de la devoción a la Madre de Dios, de los rosarios y visitas en el sábado para honrarla, de las consagraciones a su Inmaculado Corazón... Virgo fidelis llamamos a María. Y, en verdad, fidelísima se muestra para consolar a sus devotos en su última hora.
AFECTOS Y SÚPLICAS
¡Oh, Jesús! ¿Cuándo llegará el día en que os diga Dios mío, ya no os puedo perder? ¿Cuándo podré contemplaros cara a cara, seguro de amaros con todas mis fuerzas por toda la eternidad?
Os ruego, Jesús mío, que no permitáis separarme de Vos... Si hubiere de sucederme esa inmensa desgracia, hacedme morir ahora mismo con la más dolorosa muerte que eligiereis, para evitar caer en tan espantosa ruina.
Haced que arda en el fuego de vuestro santo amor. Os amo, Bondad infinita, y pues queréis que a Vos sólo ame, y justamente lo queréis, porque me habéis amado más que nadie, y porque únicamente Vos merecéis amor, a Vos solo amaré, y haré cuanto pueda para complaceros.
Atraed, Eterno Padre, mi pobre corazón; desasidle de los afectos terrenos, heridle, inflamadle todo en amor a Vos... Oídme por los merecimientos de Jesucristo. Otorgadme la santa perseverancia y la gracia de pedíroslo siempre...
¡María, Madre mía!, rogad por mí a vuestro divino Hijo; alcanzadme la perseverancia en su amistad y la gracia de amarle, y haga luego de mí lo que le agrade.
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PARA FINALIZAR CADA DÍA
Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María, descanse en vos el alma mía.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.
También pueden utilizarse SÚPLICAS FINALES A JESÚS CRUCIFICADO PARA OBTENER LA GRACIA DE UNA BUENA MUERTE http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2022/10/suplicas-jesus-crucificado-para-obtener.html?m=1